La ministra de Justicia de Ecuador, Rosana Alvarado, aseguró hoy en una reunión de Naciones Unidas en Viena que la lucha contra la corrupción es una prioridad política para su Gobierno, así como mejorar la transparencia en la gestión pública y acabar con los paraísos fiscales.
"La corrupción deteriora el desarrollo de los países y limita la capacidad del Estado y de sus instituciones para erradicar la pobreza y generar mejores condiciones de vida", sostuvo Alvarado en la Conferencia de los Estados Parte de la Convención de la ONU contra la Corrupción (UNCAC, por sus siglas en inglés).
La corrupción, destacó la representante ecuatoriana en su discurso, es "una de las peores formas de violencia social". La conferencia de UNCAC se celebra hasta el próximo viernes y reúne en la capital austríaca a más de 1.600 políticos, diplomáticos, analistas y expertos de diversas ONG.
Adoptada en 2003, la Convención contra la Corrupción, ratificada por 183 Estados, es el único instrumento jurídicamente vinculante a escala mundial en la lucha contra la corrupción. La ministra destacó que su país apuesta por prevenir la corrupción mediante la educación.
Recordó además que los ecuatorianos decidieron en una consulta popular prohibir a los cargos públicos poseer bienes en paraísos fiscales y que la Fiscalía General del Estado ha formado una unidad especializada de lucha contra la corrupción.
Alvarado solicitó en el pleno "la eliminación de los paraísos fiscales" y "un pacto ético internacional para lograr mayor justicia económica" para luchar de forma efectiva contra la evasión fiscal.
El Gobierno ecuatoriano ha llevado a cabo una campaña internacional para promover ese "pacto ético" y ha presentado sus planteamientos en varias instancias de la ONU y en el Vaticano, entre otros ámbitos. Tras su intervención, la ministra explicó a Efe que se requiere más cooperación internacional contra los paraísos fiscales.
"Si solamente un país abandera esa lucha se puede hacer poco", lamentó la ministra, que expuso que la filtración de los llamados "Papeles del Paraíso" vuelve a poner en evidencia que quienes recurren a estos territorios fiscalmente opacos son una minúscula elite de privilegiados.
El Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ) sacó a la luz esta semana las prácticas de grandes fortunas y algunas multinacionales para evadir impuestos en estos paraísos fiscales.
Pese a todo, las últimas filtraciones, también la de los denominados "papeles de Panamá", permitieron que el debate sobre el daño que causa la evasión de impuestos se haga público y se haya creado mucho debate, destacó Alvarado.
Sobre la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht en Ecuador, la ministra recordó que es un caso que ha sacudido a numerosos países de la región y que respetan el trabajo judicial.
"Lo que pedimos a los órganos judiciales es que no le fallen al país; el país está pendiente, quiere conocer a los responsables y saber que no va a quedar impune un caso que nos ha avergonzado", demandó.
A su juicio, Ecuador cuenta con un "código penal moderno", aprobado en 2013, y por tanto considera que no es necesario endurecer las penas por corrupción sino que se deben aplicar las sanciones de forma efectiva.
Alvarado subrayó que su Gobierno ha apoyado la constitución de unidades especializadas de la Fiscalía en lucha contra el crimen organizado, delitos trasnacionales o lavado de dinero, y ofrece a estos funcionarios condiciones para el ejercicio libre e independiente de su trabajo.
La titular de la cartera de Justicia destacó que la mejor forma de luchar contra la corrupción es acabar con la impunidad y lamentó que algunos países, como EEUU, se nieguen a entregar personas reclamadas por la Justicia ecuatoriana.
La ministra criticó que los responsables de la gran crisis económica en Ecuador a finales de los 90 vivan la dolce vita en EEUU y la extradición se ha hecho sencillamente imposible".
El expresidente de Ecuador Jamil Mahuad -que vive desde hace 17 años en EEUU- fue condenado en ausencia en 2014 por un tribunal a doce años por malversación de fondos públicos.
Mahuad, quien fue presidente entre 1998 y enero de 2000, afrontó una profunda crisis financiera que acabó con un costoso rescate bancario y la dolarización de la economía ecuatoriana.