El Ministerio Fiscal pide penas que suman 35 años de cárcel para un individuo acusado de matar a un hombre que viajaba en bicicleta atropellándolo con una furgoneta en Mazarrón y, tres días después, matar a una anciana que caminaba por la acera arrollándola con otro camión-furgoneta en Totana.
Asimismo, el Fiscal pide que indemnice a los viudos de las dos víctimas y a sus cinco hijos con una suma total que asciende a 305.796 euros. El juicio se celebra por el procedimiento del Jurado a partir del próximo lunes, a las 9.30 horas, y hasta el miércoles, 19 de octubre, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Murcia.
Los hechos se remontan a las 8.30 horas del 24 de abril de 2015, cuando el acusado, de nacionalidad marroquí y 31 años de edad en ese momento, sustrajo una furgoneta Opel Combo que se encontraba estacionada con las llaves puestas en el paraje Los Rincones situado en las proximidades del cementerio de Mazarrón.
Unas dos horas después, sobre las 10.30 horas, el acusado a bordo del vehículo sustraído vio a tres personas paseando tranquilamente en bicicleta en el mismo sentido de la calzada, a la altura del punto kilométrico 4,144 de la carretera RM-D4 Mazarrón-Morata, según la calificación del Fiscal a la que ha tenido acceso Europa Press.
En ese momento, de forma inesperada y sin motivo aparente, el acusado dirigió el vehículo contra la última bicicleta en el sentido de la marcha, la arrolló y colisionó contra la segunda, sobrepasando a la tercera bici. Todo ello, según el Fiscal, "con intención de atentar contra la vida y la integridad física" de los tres ciclistas, a pesar de que no los conocía.
El acusado arrolló a las bicis "sin que en ningún momento frenara ni realizara maniobra evasiva, ni siquiera en el momento del impacto inicial, prosiguiendo impasible su marcha, con total indiferencia", tal y como relata el Ministerio Público.
Como consecuencia de los hechos, el ocupante de la primera bicicleta arrollada falleció ese mismo día en el Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia debido a las graves lesiones producidas por el golpe, mientras que el ocupante de la segunda bici sufrió policontusiones que tardaron en curar 20 días.
A las 16.45 horas del mismo día, se localizó la furgoneta abandonada en el paraje Los Llanitos de Mazarrón, a unos cuatro kilómetros del lugar del accidente. La parte derecha tenía desperfectos importantes, consistentes en una abolladura en la parte delantera del capó, rotura de la luna delantera y aplastamiento de la parte anterior del techo, así como restos de sangre.
En el interior de la furgoneta fue hallado el casco y un bidón de agua del ciclista y, en el portaobjetos de la puerta del acompañante, el espejo retrovisor derecho. Los restos de la carcasa del espejo se encontraron en las inmediaciones del lugar del atropello.
Con posterioridad, se comprobó que una de las huellas encontradas en la puerta delantera del asiento del conductor de la furgoneta coincidía "de manera indubitada" con la falange media del dedo anular de la mano derecha del acusado, tal y como indica el Ministerio Público.
A ello se une la posible compatibilidad de los restos de los cristales hallados en la ropa del acusado y los correspondientes al parabrisas del citado vehículo y la de las muestras biológicas del acusado y la víctima halladas en el vehículo, según el Fiscal.
Segundo atropello mortal
Tres días después, el 27 de abril de 2015, sobre las 8.30 horas, el acusado cogió otro camión-furgoneta marca Iveco aprovechando un despiste de su propietario cuando se encontraba en un camino del trasvase, entre las localidades de La Puebla a Torre Pacheco. Igual que en el caso anterior, el vehículo tenía las llaves puestas.
Ese mismo día, el acusado se dirigió a bordo del vehículo sustraído a la carretera RM-D22 Totana-Corral Rubio y, sobre las 15.15 horas, cuando circulaba por el carril derecho con dirección a Totana, a la altura del punto kilométrico 1,500, en un tramo recto y de buena visibilidad dentro del término municipal de Totana, vio por detrás a la segunda víctima, una anciana de 61 años.
El agresor no conocía a la víctima, que caminaba por el arcén contrario al sentido de su marcha. Sin que conste el móvil de su acción pero sí "su intención de atentar contra su vida", el agresor arremetió el vehículo contra la mujer, cruzando la línea divisoria de la carretera hasta impactarla por detrás y provocarle la muerte "en situación de total indefensión".
El acusado atropelló a la mujer "sin ni siquiera frenar en el momento del impacto, y después regresó al carril derecho de la vía y prosiguió la circulación con total indiferencia a lo ocurrido". Más tarde, abandonó el vehículo a la altura del punto kilométrico 614 de la carretera N-340, a unos tres kilómetros del lugar del suceso.
El vehículo fue localizado ese mismo día, sobre las 16.15 horas, completamente cerrado, con daños en la parte frontal izquierda que afectaban al capó, a la rejilla delantera del radiador y que habían provocado un desprendimiento en las rejillas de ventilación del motor. Se trataba de unos desperfectos que se correspondían con los restos dejados en el lugar del atropello y en sus inmediaciones.
Con posterioridad, se comprobó también que un trozo de textil enganchado en el faro izquierdo del vehículo era similar a la ropa de la que vestía la víctima y que cinco huellas encontradas en el exterior de la puerta izquierda, la del conductor, pertenecían de manera "indubitada" a las del acusado. A todo ello se une la compatibilidad de las muestras biológicas del acusado y la víctima halladas en el vehículo.
Detenido tras una persecución
Un día después del suceso, el 28 de abril de 2015, el acusado fue detenido en el casco urbano de la pedanía de Cuevas de Reyllo, en Fuente Álamo (Murcia), después de una persecución de más de cuatro kilómetros en la que desatendió las instrucciones de los agentes de la Policía Local de este municipio para que se detuviese.
En concreto, la Policía Local le exigía que se detuviera por su conducción temeraria por la carretera RMU-602 a bordo de un camión-caja previamente sustraído.
Al ser detenido, la Policía encontró en el bolsillo derecho del pantalón del acusado las llaves de la furgoneta marca IVECO de color blanco con la que fue atropellada la segunda víctima mortal.
El acusado se encuentra privado de libertad por estos hechos desde el 30 de abril de 2015, y el Fiscal le atribuye la autoría de dos delitos de asesinato, dos delitos de hurto de uso de vehículos a motor y una falta de lesiones.
En este sentido, el Fiscal considera que corresponde imponer al acusado una pena de 17 años y seis meses por cada uno de los delitos de asesinato, así como una multa de 1.620 euros por cada uno de los dos delitos de hurto de uso de vehículos a motor.
En cuanto a la responsabilidad civil, el Fiscal pide que el acusado indemnice a la viuda de la primera víctima con 126.538 euros y con 10.544 euros a cada uno de sus tres hijos. Asimismo, pide que indemnice con otros 126.538 euros al viudo de la segunda víctima y con 10.544 euros a cada uno de sus dos hijos.
Igualmente, el Fiscal pide que el acusado indemnice con 839 euros al ciclista que resultó herido, así como con 3.823 euros al propietario de la primera furgoneta y con 1.419 euros al dueño del segundo camión-furgoneta.