Greenpeace Internacional ha denunciado que Essity, el segundo productor de papel higiénico y pañuelos del mundo, que en España comercializa Colhogar, Lotus y Tempo, está contribuyendo a la destrucción de áreas críticas del bosque boreal europeo y a dañar de manera irreversible hábitats protegidos y poblaciones indígenas.
La ONG explica que el Gran Bosque del Norte representa casi un tercio del bosque que queda en el planeta y es un ecosistema crítico para preservar la biodiversidad y para frenar el cambio climático. Estos bosques se encuentran principalmente en Finlandia, Suecia y Rusia.
La ONG ha publicado un informe en el que denuncia la tala de árboles de bosques protegidos y advierte de que esto está suponiendo la destrucción de hábitat para especies amenazadas para plantar una especie arbórea invasora, que pone en peligro los medios de subsistencia de distintas comunidades indígenas. Sin embargo, señala que ni apenas el 3% de los bosques boreales está protegido.
Para el responsable de bosques de Greenpeace España, Miguel Ángel Soto, es "una locura" que estas áreas de gran importancia ambiental estén siendo destruidas para hacer productos efímeros de usar y tirar. Solo en España en 2015 los españoles gastaron más de 480 millones de euros en papel higiénico, según un estudio de la consultora Kantar Worldpanel.
"Essity es uno de los líderes en la producción de papel higiénico y pañuelos y no demuestra su liderazgo destruyendo los bosques boreales del mundo", ha añadido Soto.
Así, Greenpeace reclama a Essity y otras empresas de papel higiénico que progresivamente dejen de trabajar con proveedores involucrados en la destrucción del Gran Bosque Boreal y que aseguren que se respetan los derechos de los Pueblos Indígenas.
La investigación de la ONG documenta que Essity compra en Suiza pasta de papel de su antigua empresa hermana SCA, que está talando bosques identificados por las autoridades suecas como de "alto valor para el mantenimiento ecológico" y que incluyen hábitats de especies amenazadas.
Además, la plantación de pino foráneo de la especie 'lodgepole o contorta' por parte de SCA está amenazando el modo de vida del pueblo Sami, al disminuir el acceso a las áreas de pastoreo natural de sus renos.
Asimismo, asegura que en Finlandia, las fábricas que suministran a Essity compran pasta de papel a la empresa estatal Metsähallitus, que está deforestando bosques maduros y destruyendo el hábitat de especies protegidas de la zona. La compañía tiene entre sus planes deforestar otros bosques, incluidas áreas que se había comprometido a preservar.
En marzo de 2017 Greenpeace denunció al proveedor ruso de Essity, Fábrica de Celulosa y Papel de Arkhangelsk (APPM, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo talar partes del bosque de Dvinsky en Rusia.
ESSITY busca certificar los paisajes forestales en FSC
Por su parte, desde Essity han asegurado a Europa Press que respecto a los paisajes forestales, FSC está tratando de determinar cómo incluirlos dentro del trabajo de certificación y que apoya "totalmente esta iniciativa".
"Estamos a la espera de la presentación de unas directrices claras por parte del FSC, la organización de certificación forestal más respetada del mundo", han manifestado, al tiempo que un portavoz de la compañía en España ha añadido que está "en contacto" con Greenpeace respecto a este informe y también para asegurar el desarrollo de una forestación responsable y la integración de los paisajes forestales intactos en el FSC.
Asimismo, afirma que utilizan en su producción fibra de madera procedente tanto de fibra recuperada (reciclada) como de fibra virgen y que toda la que utilizan en sus productos cuenta con la certificación Forest Stewarsdhip Council (FSC) o la del Programme for the Endorsement of Forest Certification (PEFC) o bien cumple con los estándares de madera controlada del FSC para bosques gestionados de forma responsable.
En ese sentido, la multinacional destaca que anima a todos sus proveedores a lograr esta certificación FSC, por su independencia y alcance internacional. Essity añade que utiliza grandes cantidades de fibra recuperada, que supone más del 40 por ciento de la fibra que emplea la empresa.