Segolene Royal, Josep Borrell, Xavi Hernández e Iris Apfel.

Segolene Royal, Josep Borrell, Xavi Hernández e Iris Apfel. Guillermo Serrano Amat

BESTIARIO

Ségolène nos toca el gazpacho, humilde Xavi y una influencer de 102 años

Ségolène Royal, Josep Borrell, Xavi Hernández e Iris Apfel; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.

4 febrero, 2024 03:01

Ségolène Royal

Segolene Royal.

Segolene Royal. Guillermo Serrano Amat

Nació hace setenta años en Ouakam (Senegal). En el país que tiene por bandera (o por plato típico) la sopa senegalesa. Un puré de color verde que sabe a pollo, apio, curry, y nata líquida, todo ello aderezado con sal y pimienta negra. A la que fuera esposa de François Hollande y madre de sus cuatro hijos, se le supone un instinto natural para dominar la cocina y conocer los productos de la tierra. En cambio, nadie diría que una mujer de apariencia tan fina la naturaleza la ha dotado de una lengua tan larga para insultar a los vecinos del sur, en especial a España.

Una de las razones por las que me gusta el buen tiempo es por el cambio de la gastronomía. Se van los potajes y viene el gazpacho. Me gustan las comidas frescas: la vichisoise, el ajoblanco el salmorejo y, sobre todo, el gazpacho. Precisamente digo esto cuando a Ségolène Royal (Marie Ségolène, según la ortodoxia del DNI) le ha dado por tocarnos el gazpacho. La exministra francesa acaba de hacer una descarada proclama contra los tomates españoles, cuya exquisitez es "imbatible" (por una vez, de acuerdo con Pedro Sánchez).

Pero a mí me motiva más el gazpacho que viene que este infantiloide ataque de nacionalismo de la susodicha. Así que voy con todo sobre el gazpacho. No en todos los países encuentras buenos tomates para hacerlo. Diré más: en determinadas huertas españolas las semillas son tan vastas que no garantizan un gazpacho decente ni una sopa de tomate medianita. Los buenos supermercados, en sus secciones de verdulería, tienen montañas de tomates que son una tentación para la vista. Entran por los ojos. Solo con mirarlos ya puedes imaginar cómo saben. Todas las variedades de tomates que exponen son tentadoras. El tomate raf, el vasco, el tomate rosa, el pera, el kumato y tantos otros, requieren madurez si se pretende hacer gazpacho con ellos. A falta de madurez, los gastrónomos recomiendan exponer los tomates al sol durante un día y al siguiente ya están listos para preparar el gazpacho. Y a Ségolène, que la zurzan.

Josep Borrell

Josep Borrell.

Josep Borrell. Guillermo Serrano Amat

Vuelvo sobre Borrell, que ha mosqueado a Netanyahu por decir cosas sensatas. Esto no solo lo digo yo, que conste. Lo dice Antonio Lucas con otras palabras. Es lo que tienen los poetas. Por ejemplo: no hay más salida para su guerra criminal que reconocer el Estado palestino y dejar que el pueblo viva con dignidad.

Netanyahu es de los pocos que piden a gritos más dureza para responder a los palestinos. Por su parte, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, no grita, pero su idea sobre esta guerra inmunda está bastante clara. Por eso repite continuamente, como si fuera un mantra: dos Estados, dos, son la solución. Dos estados, dos.

Justamente para ver las cosas tan claras había decidido no hace mucho sacrificar sus gafas de concha color miel y operarse la miopía en un oftalmólogo de prestigio. Sin embargo, ni gota de antisemitismo en su historial. Al contrario, el catalán de Pobla de Segur (abril, 1947) estuvo por primera vez a Israel en 1969 para prestar su colaboración en el Kibutz de Gol-On, al sur del país, dedicado a la explotación ganadera, Allí conoció a una francesa de origen judío que había estudiado Sociología. Carolina Mayeur habría de ser muy importante en su vida.

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Por aquel entonces ya era ingeniero aeronáutico y pronto sería también economista, diplomático, catedrático de matemáticas y encima hablaba cinco idiomas. Un cerebrito. Aparte había hecho másteres en Francia y EEUU, que le ayudaron a redondear su brillantísimo currículo.

La estancia de Josep y Carolina en Israel sin duda afianzó las relaciones de la pareja con el país de acogida. Sobre todo en el caso de Josep, pues Carolina ya era judía de antemano. De vuelta a España el matrimonio se integró entre los nuevos socialistas (no hablo del clan de la tortilla, que tenía marchamo andaluz), mimetizándose además con los usos y costumbres del momento: todos compraron un piso en el noroeste de Madrid y llevaron a los niños a un colegio público.

El tiempo transcurrió como una bala. Borrell lo dejó todo para pasarse a la política. Primero a escala autonómica, luego secretario de Estado y ministro de Felipe González. Hasta acabar disputando unas elecciones primarias con Joaquín Almunia (1998) para la candidatura socialista a la Moncloa. Ganó Borrell, pero en el partido decidieron buscarle algún chanchullo para forzar su dimisión.

Su matrimonio acabó haciendo aguas y no tardaría en separarse. Lionel y Joan, los hijos, poco a poco dirigieron sus pasos hacia lo que serían sus respectivos destinos profesionales. Lionel quería ser piloto y Joan centrarse en Exteriores.

Hoy las cosas han cambiado mucho para el hijo del panadero de Pobla de Segur. Se separó y volvió a casarse en 2018, esta vez con Cristina Narbona, presidenta del PSOE.

Xavi Hernández

Xavi Hernández.

Xavi Hernández. Guillermo Serrano Amat

El entrenador del Barça ha llevado al Barça a la irrelevancia deportiva, pero nadie puede poner en duda su buena voluntad, incluso su inocencia respecto al declive del equipo. Prueba de ello es que el president Laporta no lo ha puesto de patitas en la calle, por ser quien es. En todo caso, Xavi se ha autoexcluido. Un inesperado gesto de humildad.

No he visto un solo partido de Liga (ni de Copa) en lo que va de curso, pero a juzgar por los resultados, a los barcelonistas se les tendría que haber caído la cara de vergüenza por la insustancialidad del juego del equipo. Sin embargo, ya ven que chulo camina Laporta sabiéndose president del club que es más que un club. A él no hay quien le tosa.

No sé qué pensará Xavi de los milagros futbolísticos, pero no seré yo quien le afee la indolencia por no propiciarlos en el campo. Haber corrido más, piensan algunos. Visto lo visto, es fácil concluir que el historial del astro de Terrasa habla por sí solo, Según ese historial, el futbolista Xavi supera con creces al entrenador Hernández.

He leído que las 69 propiedades de Xavi y su rentable plan B son uno de los grandes secretos que guarda el Barça en su caja fuerte. Seguramente Xavi no ha sido el último, pero tampoco Messi fue el primero. Decíamos que los milagros no existen y a lo mejor es verdad. Pero el dinero sí hace milagros.

Como tantos otros futbolistas, Xavi se dejó fichar por un equipo extranjero (Al-Sadd, de Qatar) donde estableció su residencia familiar durante cuatro años. A Xavi le acompañaba Nuria Cunillera, su esposa, y sus hijos Asia y Dan. La esposa está licenciada en Periodismo y Relaciones Públicas, y antes de emprender el vuelo a Qatar trabajaba en las mañanas de TV3.

En el nuevo equipo vino lo mejor. El futbolista estaba impresionado con lo que vio allí. Había que oírlo cuando concedía una entrevista a un medio español y se explayaba contando las maravillas de los Emiratos. Decía poco más o menos que aquello era el paraíso de la democracia.

En aquella época el jugador no se hacía a la idea de lo cómodo que era ser español sin tener que dar explicaciones. Cuando regresó a casa, la afición estaba dispuesta a seguir el idilio con él, pero pronto quebró el hechizo. En el Olímpico Lluis Companys, que ejerce de estadio suplente mientras terminan las obras del Camp Nou (si es que terminan algún día, pues aquello parecen las obras de la Sagrada Familia), la "grada de animación", con los "almogávares" al frente, se encarga de ofrecer toda la actividad que los jugadores no ofrecen en el césped. Algo es algo.

Iris Apfel

Iris Apfel.

Iris Apfel. Guillermo Serrano Amat

Tiene 102 años (agosto 1921), va de influencer y le dicen Iris Apfel, aunque en el nacimiento se llamaba Iris Barrel. Tampoco me extrañaría que en la hora de su muerte le adjudicaran otra identidad en homenaje a su persona disparatada y excéntrica.

Ahora, cuando todavía está pletórica de vida, lleva sus empresas de diseño con una energía envidiable. Mide metro y medio sin exagerar, lleva mitones para ocultar la edad de sus manos y se peina como una diva de los sesenta, con boina de lana y un flequillo muy ortodoxo.

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Coincido en ciertas ocasiones con otra de estas damas inspiradas en las jóvenes sesenteras que tanto furor causaron: Silvie Vartan, Twigy, Françoise Hardy, Brigitte Bardot, etcétera.

Pero Iris es reacia a las viejas modas. No quiere saber nada de los sesenta ni de los setenta. Para ella, la moda es el futuro. Y futuro es, verbigracia, coleccionar likes por internet. Iris, que es coleccionista por naturaleza, tiene más de dos millones de seguidores y según Cristina de Alzaga, su lema dice así: "Más es más y menos es un aburrimiento".

Me ha puesto sobre su pista Alzaga, experta en moda y conocedora de todos los raros del mundo, que viven en Nueva York, donde la mayoría tiene su micho ecológico y creativo. No es por marcar distancias, pues Nueva York siempre será Nueva York, pero en España yo sé de dos o tres mujeres centenarias deliciosamente estrafalarias, ideales para figurar en una vitrina. Todas tienen características distintas, aunque se lleva la palma Iris Aftel por sus gafas oversize (aquellas gafas redondas que llevaban las azafatas del Un, dos, tres responda otra vez).

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