La Voyager 1 podría salvarse: la NASA descifra una de sus señales de la sonda tras meses dando problemas
Desde noviembre, la sonda ha estado enviando galimatías sin lógica debido a un fallo en sus ordenadores. Ahora esperan ver cuál es el problema.
14 marzo, 2024 17:41La sonda espacial Voyager 1, seguida desde España y el resto del mundo lleva dando problemas desde al menos noviembre. El dispositivo, que está cerca de cumplir 50 años de misión, lleva sin mandar datos legibles desde el año pasado; desde la NASA creen que hay problemas con uno de sus tres ordenadores a bordo. Ahora, todo apunta a que han conseguido descifrar una señal de la Voyager 1 con éxito.
Así lo asegura la misma NASA en un comunicado, exponiendo que la misión lanzada en el año 1977 podría volver a funcionar como debe. Todo se remonta a noviembre del 2023, momento desde el cual la sonda ha estado enviando una señal de radio constante a la Tierra pero con datos completamente inservibles. En estos últimos meses, la nave ha estado enviando datos sin sentido, pese a haber estado ejecutando sus instrucciones sin problemas.
Todo parece radicar en uno de los tres ordenadores de a bordo, el subsistema de datos de vuelo o FDS, que se encarga de empaquetar los datos de ciencia e ingeniería antes de que la unidad de modulación de telemetría los envíe a la Tierra. Ahora, han conseguido detectar una actividad fuera de lugar en una sección del FDS, permitiendo descifrar una señal para hacer una lectura total del sistema de datos de vuelo.
La NASA consigue descifrar una señal
Todo se remonta al pasado 3 de marzo de este mismo año. Según explica la NASA, el equipo detrás de la nave pudo detectar una cierta actividad en una sección del FDS que, en sus palabras, "difería del resto del flujo de datos ilegibles de la computadora". Una señal que en un principio no supieron cómo interpretar, ya que estaba en un formato que la Voyager usaba cuando el FDS funcionaba de forma correcta.
Un ingeniero de la Deep Space Network dentro de la NASA, encargado de operar las antenas de radio que se comunican tanto con las Voyager como con otras naves espaciales, pudo descodificar la nueva señal. La sorpresa fue mayúscula, ya que descubrieron que contiene una lectura total de toda la memoria del FDS, un volcado completo. Un rayo de esperanza para ver qué ocurre exactamente con la Voyager 1.
Y es que en la memoria del FDS se incluye todo tipo de información; instrucciones sobre qué hacer en según qué caso, variables y valores usados en el código que pueden variar según los comandos y datos científicos o de ingeniería. El equipo de la sonda busca poder comparar estas lecturas con las que pudieron recoger antes de que la sonda diera problemas, y buscar diferencias palpables en el código. Así, podrían encontrar de forma potencial el problema que sufre la Voyager 1.
[Un error en un comando deja a la NASA sin contacto con la sonda espacial Voyager 2]
¿Cómo lo consiguieron? Lo cierto es que esta nueva señal fue lanzada después de que el equipo lanzase un comando muy concreto: "poke" o empujón. En palabras de la NASA, este comando "está destinado a indicar suavemente al FDS que pruebe diferentes secuencias en su paquete de software en caso de que el problema pueda resolverse evitando una sección corrupta".
Este es un gran logro para intentar 'desatascar' la misión, ya que tal y como contaron algunos de los responsables de la Voyager 1, el sistema FDS dejó de comunicarse correctamente con la unidad de modulación de telemetría o TMU, instalada a bordo de la sonda. De esta forma, los datos que recibían los operarios humanos en la Tierra se basaban en unos y ceros sin sentido alguno.
Pero no es tan fácil. Actualmente, la Voyager 1 se encuentra a más de 24.000 millones de kilómetros de la Tierra, lo que provoca que las señales de radio usadas para mandar comandos tardan mucho en llegar. De hecho, dichas señales tardan 22,5 horas en llegar a la sonda, el mismo tiempo que tarda la respuesta de la sonda en llegar a las antenas del planeta Tierra. Es decir, un día entero para enviar el comando y otro día para recibir su respuesta.
A todo esto hay que sumarle el hecho de que la propia sonda tiene 46 años de vida. Tanto es así que hay que recordar que esta sonda, al igual que su hermana la Voyager 2, estaban destinadas a funciona durante 4 años. Esto dificulta enormemente el flujo de trabajo del equipo de estos dispositivos, que tienen que tratar con tecnología obsoleta para esta época.