Los chechenos de Putin avanzan a sangre y fuego en Mariúpol casa por casa
En las últimas 24 horas ha habido 118 bombardeos sobre la ciudad, donde resisten como pueden unos 130.000 ciudadanos.
7 abril, 2022 02:59Noticias relacionadas
- Mariúpol dice que Rusia usa crematorios móviles para "borrar crímenes": "Es el nuevo Auschwitz"
- "Brutal" cerco de Rusia a Mariúpol: recoger agua de lluvia y cazar palomas para poder sobrevivir
- El líder checheno Ramzan Kadyrov: "Nazis, ya estoy en Ucrania. Rendíos o acabaremos con vosotros"
- Carretera al infierno de Borodyanka: el dolor de una ciudad reducida a cimientos
- Estados Unidos anuncia sanciones a las hijas de Vladímir Putin y a los dos mayores bancos rusos
La ciudad portuaria de Mariúpol continúa bajo asedio después de 42 días de guerra. Mariúpol está situada al sureste de Ucrania y forma parte del óblast de Donetsk. Tiene una importancia estratégica fundamental porque está situada a orillas del mar de Azov y conecta directamente con el mar Negro. Por eso las fuerzas chechenas están desplegando allí una operación especial y avanzan a sangre y fuego, casa por casa, para hacerse con el control definitivo de la ciudad.
Los miembros de este comando checheno que opera en Mariúpol han sido identificados como miembros de la Guardia Nacional de Rusia, una fuerza paramilitar interna de seguridad que responde directamente al presidente ruso, Vladimir Putin.
Ya en el mes de marzo el líder checheno Ramzan Kadyrov afirmó que había desplegado 12.000 soldados chechenos en Ucrania para apoyar la invasión ordenada por Putin en febrero. Sin embargo, las tropas de Kadyrov han sufrido numerosas bajas durante la guerra.
El mes pasado, el secretario de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, confirmó que Rusia había enviado a un grupo de asesinos chechenos a Ucrania con el objetivo de asesinar al presidente, Volodimir Zelenski. "Un grupo de élite de las fuerzas de Kadyrov que planeaba asesinar a Zelenski ha sido neutralizado. Esta es nuestra tierra, marchaos de aquí", dijo Danilov en el mes de marzo.
Aunque el Ejército ucraniano liquidó a los hombres que formaban parte de aquella unidad y pese a las advertencias, sigue habiendo soldados chechenos desplegados en Ucrania. El grupo más numeroso está ahora mismo en Mariúpol llevando a cabo una ofensiva final, mientras el Gobierno ucraniano pide a sus ciudadanos que abandonen las regiones de Lugansk, Donetsk y Járkov (todas ellas en el este del país).
"En dirección a Donetsk y Lugansk los esfuerzos del enemigo se centran en las hostilidades en torno a las ciudades de Popasna y Rubizhne, y en establecer el control sobre Mariúpol", indicó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Según el último parte bélico, Rusia emplea activamente la aviación para proseguir su asalto a Mariúpol, donde, según la comisaria para Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, Lyudmila Denísova, sólo en las últimas 24 horas hubo 118 bombardeos y donde resisten como pueden unos 130.000 ciudadanos.
Combates calle a calle
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció el martes por la noche la ofensiva final para la toma de Mariúpol, después de que venciera el ultimátum dado para que las fuerzas ucranianas y las tropas del batallón Azov depusieran las armas y abandonaran la ciudad.
"Tomando en cuenta el desinterés de Kiev de conservar la vida de sus militares, Mariúpol será liberado de las unidades nacionalistas por las Fuerzas Armadas de Rusia y la República Popular de Donetsk", dijo el portavoz castrense, el mayor general Igor Konashénkov, en declaraciones recogidas por Efe.
El asedio a la ciudad no ha cesado desde hace un mes y las fuerzas combaten calle por calle en el centro de la urbe: los rusos y los hombres del líder checheno, Ramzan Kadyrov, para tomarla, y las tropas ucranianas para echar a los rusos de la castigada ciudad, en la que más del 90% de la infraestructura ha sido destruida, según las autoridades locales.
"Los fuertes combates y los ataques aéreos rusos continúan en la asediada Mariúpol", ha confirmado este miércoles el Ministerio de Defensa británico, que alertó de que la "situación humanitaria en la ciudad está empeorando", ya que los ciudadanos no tienen ni agua, ni luz, ni calefacción ni medicinas; ni tampoco medios de comunicación. "Las fuerzas rusas han impedido el acceso humanitario, probablemente para presionar a los defensores para que se rindan", sostiene Londres.
Decenas de miles de muertos
El alcalde de la ciudad, Vadim Boychenko, afirmó este miércoles en Telegram que "hace una semana estimaciones cautelosas situaron el número de muertos en 5.000", entre ellos unos 210 niños. "Pero dado el tamaño de la ciudad, la destrucción catastrófica, la duración del bloqueo y la feroz resistencia, decenas de miles de civiles de Mariúpol podrían ser víctimas de los ocupantes", dijo.
Afirmó que por eso Rusia "no tiene prisa por dar luz verde a la misión turca y otras iniciativas para salvar y evacuar por completo la ciudad".
Indicó que los rusos "han comenzado a operar crematorios móviles" en la ciudad para "tapar sus huellas" de los "crímenes cometidos por el Ejército en Mariúpol tras el genocidio generalizado en Bucha", en la región de Kiev.
Además, añadió el alcalde, todos los testigos potenciales de las "atrocidades de los rusos" están siendo silenciados tras ser identificados en campos de filtración, uno de los cuales estaría ahora en Magush, en la región de Donetsk, según dijo en Telegram su asesor, Petró Andryushchenko.
Éste señaló que las tropas rusas están llevando a cabo "redadas masivas y saqueos masivos" en la ciudad, derriban puertas, entran en apartamentos y casas aún en pie y "se llevan todo lo que tiene algún valor". Asimismo continúan las "deportaciones", como ha sido el caso del último hospital, con el personal y los pacientes, aseguró. "Esto ya no es Chechenia o Alepo. Es el nuevo Auschwitz y Majdanek", sentenció Boychenko.
Ucrania resiste
En el plano militar es difícil evaluar qué está ocurriendo, dada la escasa información que sale de la ciudad. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en EEUU, cree que las fuerzas ucranianas "parecen estar sosteniendo una resistencia organizada en partes de la ciudad", si bien "no está claro cuánto tiempo más podrán resistir".
Según sus analistas, Rusia ataca las posiciones ucranianas alrededor de la planta de Azovstal. Kadyrov ha asegurado en Telegram que "hoy hace una semana desde que las tropas rusas liberaron los barrios clave de la ciudad", sin mencionar qué partes exactamente.
Los expertos militares sostienen que Rusia no ha enviado a las fuerzas retiradas de la región de Kiev al este de Ucrania, donde las fuerzas rusas quieren "liberar" el Donbás.
"La situación está empeorando cada día. Los orcos (rusos) han intensificado el bombardeo, quieren más rehenes, más sufrimiento en las ciudades", señaló el jefe de la Administración Estatal Regional de Lugansk, Serhiy Haidai, en Facebook.
"El día de hoy ha demostrado que no puedes esperar más. ¡Empaca y evacúa!", señaló, al afirmar que "todas las ciudades libres de la región están bajo fuerte fuego enemigo", como Severodonetsk, Popasna y Rubizhne.
La viceprimera ministra y titular para la Reintegración de los Territorios Ocupados, Iryna Vereshchuk, afirmó por su parte que los jefes de las administraciones militares de las regiones de Járkov, Lugansk y Donetsk piden a la población que las abandone, según la agencia UNIAN. "Necesitamos evacuar mientras todavía existe tal posibilidad, porque será casi imposible detener el fuego" ruso, enfatizó.