Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y ahora Wisconsin: así se ha hecho Trump con el control de los estados clave
- La victoria del republicano en estos territorio ha reducido prácticamente todas las posibilidades de la candidata demócrata a llegar a la Casa Blanca.
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Durante toda la noche electoral, el mundo ha observado con especial atención cómo iban avanzando los resultados en los siete estados clave: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Míchigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.
De ellos, de esos famosos swing states, ha dependido la victoria del republicano Donald Trump quien, cuando aún le faltaban tres puntos para llegar a la mayoría de 270 votos electorales, se ha proclamado el presidente número 47 de los Estados Unidos y ha prometido ante sus seguidores "arreglar todo lo que está mal en el país".
El conteo en alguno de esos territorios continúa y el resultado final podría tardar aún días en llegar, pero la candidata demócrata, Kamala Harris, se ha quedado sin margen de maniobra después de que su rival se llevase los 19 votos electorales de Pensilvania tras haberse anotado el tanto en Carolina del Norte y Georgia. La puntilla final la ha dado Wisconsin, un estado con 10 votos electorales que ha acabado por pintarse de rojo.
Carolina del Norte, primer KO
El primero de los estados bisagra en caer en manos de Trump ha sido Carolina del Norte. A falta del 5% por escrutar, el republicano, que se ha mantenido por delante de Kamala Harris durante todo el conteo, se ha hecho con los 16 votos electorales que le pertenecen a ese estado.
A pesar de que ha llegado a adelantar a su rival demócrata con un margen de hasta siete puntos, finalmente, los datos apuntan a una victoria más ajustada del 51% frente al 48%.
Esta es la tercera vez que un expresidente gana en este estado, tras las victorias de los republicanos en 2016 y 2020. También en 2012 los conservadores se hicieron con el control del estado. De hecho, el último demócrata en ganar en Carolina del Norte fue Barack Obama en 2008.
Son varios los estudios que sostienen que la participación en las áreas donde ha ganado Trump han aumentado, mientras que han bajado donde hay más votos para Harris.
Georgia ya no es un campo de batalla
Con más del 95% de los votos escrutados, Trump también ha ganado en Georgia, otro de los estados clave que tiene 16 votos electorales. Se ha convertido así en el primer estado que los republicanos arrebatan a los demócratas, ya que en 2020 fue el actual presidente demócrata Joe Biden quien ganó en el territorio. Fue, de hecho, el primer progresista en ganar el estado sureño desde 1992, de enorme tradición republicana.
Hace cuatro años, sin embargo, Biden superó a Trump por apenas 12.000 votos. Un estrechísimo margen que llevó al entonces candidato republicano a alentar la teoría de que había habido fraude electoral.
Pensilvania, la clave de la victoria
Las victorias prematuras de Trump en Carolina del Norte y Georgia colocaron a Pensilvania como el campo de batalla más importante por su gran cantidad de votos electorales.
Con el 95% del escrutinio, Donald Trump se ha proclamado vencedor también en este estado por tres puntos. Contar todos los votos puede retrasarse varios días, pero con la derrota de Harris en esos tres estados, Trump solo necesita sumar uno más de los que quedan... y es favorito en todos.
Wisconsin, el último del "cinturón del óxido"
Hasta 2016, el estado de Wisconsin (que tiene 10 votos electorales) no entraba dentro de la pugna. Pero la victoria de Trump ese año lo convirtió en uno de los territorios más codiciados por demócratas y republicanos.
Tras años de tradición demócrata, pasó a ser un estado péndulo. Junto a Michigan y Pensilvania forma parte de lo que se conoce como el "cinturón del óxido" (rust belt, en ingles), la región que va de Nueva York hasta el Medio Oeste. Haber ganado en este estado con tres puntos por encima de Harris y, oficialmente, ha sido elegido el presidente número 47 de los Estados Unidos.