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Las autoridades turcas han emitido una orden internacional de busca y captura contra Fatih Faruk Ozer, fundador y consejero delegado de la plataforma de criptomonedas Thodex. Se le acusa de haber abandonado el país rumbo a la capital de Albania después de haber defraudado unos 2.000 millones de dólares (1.660 millones de euros).

Actualmente, Thodex se encuentra fuera de servicio y sus miles de usuarios están sin acceso a los fondos depositados en ella. Un apagón que se produce pocos días después de conocerse que el país asiático ha planteado la prohibición total del uso de las criptomonedas como medio de pago en su territorio.

A solicitud de la Fiscalía General de Anatolia se ha trasladado una petición de búsqueda y captura a la Interpol contra Fatih Faruk Ozer "que huyó a Albania", según ha comunicado el Departamento de Policía de Estambul.

Alega labores de mantenimiento

El empresario, en un comunicado publicado en la web de Thodex, ha confirmado que abandonó Turquía el pasado 19 de abril, aunque sostiene que las acusaciones de fraude "son infundadas" y atribuye el cierre "temporal" a la necesidad de realizar labores de mantenimiento y de comprobar la causa de recientes "fluctuaciones anormales" en las cuentas coincidiendo con las negociaciones de la empresa con inversores.

"Las alegaciones sobre la pérdida de unos 2.000 millones de dólares de 391.000 clientes carecen de fundamento", señala el empresario turco. Además, subraya que la compañía había remitido sus cuentas a las autoridades supervisoras y asegurando que espera retornar al país en unos días "tras reunirse con inversores extranjeros".

Según la prensa turca, policías habrían desarrollado una operación en ocho provincias del país en el marco de la investigación sobre el supuesto fraude de Thodex que, hasta ahora, se habría saldado con la detención de 62 personas, además de con la incautación de documentación y materiales.

El próximo 30 de abril entrará en vigor en el país otomano la prohibición de realizar cualquier pago "de manera directa o indirecta" mediante el uso de criptomonedas, después de que el Banco Central de Turquía determinó el pasado 16 de abril que representan "riesgos significativos".

Veto como moneda de pago

En su decisión, el instituto emisor turco tuvo en cuenta que estos activos no están sujetos a ningún mecanismo de regulación y supervisión ni a una autoridad reguladora central, además de verse sometidos a una excesiva volatilidad.

Asimismo, el banco central advirtió de que las criptomonedas pueden ser utilizadas en acciones ilegales debido a sus estructuras anónimas, mientras que también pueden ser robadas o utilizadas ilegalmente sin la autorización de sus titulares, y las transacciones realizadas son irrevocables.

"Se considera que su uso en pagos puede ocasionar pérdidas no recuperables para las partes implicadas en las transacciones debido a los factores mencionados", explicó la institución.

La decisión de los tribunales turcos se produce apenas dos días después de que en España la Audiencia Nacional haya decidido investigar la supuesta estafa de la compañía canaria Arbistar 2.0. Una firma que, según las investigaciones abiertas, habría funcionado como una estafa piramidal usando el reclamo de las criptomonedas, unos activos en los que no habría invertido el capital de sus clientes.

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