Toronto (Canadá), 8 nov (EFECOM).- El fabricante de componentes del automóvil Magna tuvo unos beneficios netos de 1.325 millones de dólares en los nueve primeros meses del año, un 55,5 % menos que en el mismo período de 2018, tras perder 233 millones en el tercer trimestre debido a la huelga de General Motors en Estados Unidos (EEUU).

Magna dijo hoy que las pérdidas del tercer trimestre fueron consecuencia en parte de la huelga de los casi 50.000 empleados de General Motors (GM) en Estados Unidos, que se prolongó durante 50 días y supuso la suspensión de la producción en las 33 factorías del fabricante en el país.

La huelga, la más larga de GM en casi 50 años y que le ha costado al productor de componentes alrededor de 3.000 millones de dólares, también afectó a las plantas de producción en México y Canadá.

La compañía señaló que ahora prevé que las ventas globales para 2019 se sitúen en una horquilla de entre 38.700 y 39.800 millones de dólares, entre 200 y 300 millones de dólares menos que hace unos meses, debido al impacto de la huelga de GM.

El director financiero de Magna, Vince Galifi, dijo en un comunicado que "los beneficios del tercer trimestre fueron aproximadamente" lo que esperaban.

"Sin embargo, hemos ajustado nuestras perspectivas principalmente para reflejar la pérdida estimada de volumen en relación con la huelga de GM y los costes más elevados de lanzamiento (de nuevos productos). Lo que es más importante, nuestras expectativas de flujo de caja de 1.900 a 2.100 millones de dólares para este año se mantienen", añadió.

En los nueve primeros meses de 2019, Magna tuvo unas ventas de 30.036 millones de dólares, un 2,1 % menos que en 2018. De esta cifra, 9.319 corresponden al tercer trimestre, un 3,1 % inferiores.

Las ganancias ajustadas antes de intereses e impuestos fueron 1.955 millones de dólares de enero a septiembre, un 17,7 % inferiores a las de 2018. En el tercer trimestre, la cifra fue 558 millones, lo que supone un 20,1 % de caída.

Magna prevé que este año se produzcan en Norteamérica 16,3 millones de vehículos, 300.000 menos que lo inicialmente previsto. En Europa, la producción sería de 21,4 millones, cifra que se mantiene sin cambios.