La formación tecnológica, la llave de una sociedad próspera y humana
No digo nada nuevo si afirmo que el presente y el futuro del mundo de la sociedad están marcados por la rápida evolución de la tecnología, especialmente en el entorno empresarial y laboral. La celeridad con la que nos vemos abocados a adoptar e integrar las nuevas herramientas tecnológicas en el entorno laboral es, y seguirá siendo, el principal motor de cambio para la transformación de los empleos.
Prueba de ello ha sido, sin lugar a duda, cómo en los últimos meses ha irrumpido en nuestras vidas la inteligencia artificial (IA), una tecnología que no solo ha dado un giro de 180 a la implantación de nuevas herramientas en el ecosistema empresarial, sino que nos ha hecho también replantearnos el papel de la ética en este proceso.
Conscientes de ello, en IMMUNE Technology Institute inauguramos esta sección con el objetivo de dialogar, reflexionar y debatir sobre la supervivencia tanto de los profesionales como de las propias compañías, la capacidad de estos de adaptación, la necesidad de formación especializada, así como la importancia de la concienciación y la formación en tecnología desde un punto humanista.
No poder explotar de una manera eficiente las oportunidades que nos ofrece la tecnología limita la eficacia en las operaciones, la competitividad de nuestra economía y la capacidad de poder generar valor. Sin embargo, las grandes empresas continúan demandando la falta de profesionales cualificados en sectores tecnológicos, como la IA, el manejo de datos o la ciberseguridad.
Tal y como apuntan las conclusiones extraídas del último Foro Económico Mundial, los trabajos relacionados con estos sectores experimentarán un aumento de más del 35% hasta 2027 a nivel mundial, mientras que la integración de las nuevas tecnologías obligará a transformar el 23% de los trabajos de aquí a esa fecha. Del mismo modo, se apunta que en 2025 el 50% de los empleados necesitará de un upskilling de sus habilidades que incrementen su productividad.
Como entidad formativa que somos, forma parte de nuestra obligación ayudar a hacer frente a estos retos presentes, y futuros, gracias a la promoción del intercambio de conocimientos y concienciando a la sociedad sobre la necesidad de formarse en habilidades tecnológicas y digitales. Desde jóvenes promesas hasta profesionales en activo, porque solo con una ciudadanía capacitada y formada podremos afrontar el futuro con garantías.
Como ya adelantaba, creemos en una formación enfocada en la empleabilidad y basada en el contacto directo y continuo con el ecosistema empresarial, pero también con un enfoque ético y humano hacia la tecnología.
En el mundo empresarial, estas nuevas herramientas también deben responder a unos criterios éticos, puestos en varias ocasiones en tela de juicio debido a la falta de legislación específica y limitaciones jurídicas. Por este motivo, es importante defender que, más allá de las ventajas derivadas del uso de la tecnología, no pueden reemplazar la experiencia y juicio de las personas.
A la IA, como a los niños, hay que enseñarla, educarla a pensar. Y eso lo podemos hacer en base a los datos, información de la que vayamos alimentando sus tripas. Para que los LLMs aprendan a pensar en la buena dirección.
Por otra parte, resulta de vital importancia en la formación de las nuevas generaciones garantizar la inclusión del talento femenino para acabar con la brecha de género que, por desgracia, caracteriza a los sectores STEM. Esta educación temprana en materias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas es fundamental para empoderar las siguientes generaciones y asegurar una participación equitativa en los avances tecnológicos que están moldeando nuestro futuro empresarial y social, que no solo es una cuestión de equidad indiscutible, si no un hecho que resulta fundamental para aprovechar plenamente el potencial de nuestra fuerza laboral y abordar desafíos con soluciones innovadoras y diversas. Y sabemos que la única manera de cuadrar la exponencial demanda de talento tecnológico con la oferta, es si la mujer amplía su presencia.
En definitiva, desde IMMUNE esperamos que esta sección se convierta en una fuente de inspiración y de reflexión, que acerque la tecnología y que, entre todos, nos ayude a crear una sociedad más próspera y, sobre todo, más humana.
*** Juan Riva es fundador y CEO de IMMUNE Technology Institute.