La nueva spin-off del BSC ayudará a las empresas a cumplir la ley europea de inteligencia artificial

Tranferir el conocimiento que se genera puertas adentro del laboratorio a la sociedad es uno de los grandes retos de nuestro país. La investigación científica no siempre da fruto a proyectos de innovación que aterricen el mercado y se transformen en empresas rentables que realmente transformen y mejoren la vida de las personas.

Sin embargo, nuestro país avanza con paso firme hacia esta loable meta y, para ejemplo, la nueva spin-off del Barcelona Supercomputing Center (BSC), toda una apuesta por la tecnología más puntera al servicio de las empresas y las personas.

Se trata de Galtea, compañía que se constituyó hace un par de meses y que aspira durante 2025 a consolidar su despegue a gran escala al calor de la ley de inteligencia artificial, la conocida como AI Act.

El entorno multilingüe español supone una oportunidad para la industria de los datos

DISRUPTORES-EL ESPAÑOL conversa con Jorge Palomar y Baybars Kulebi, cofundadores de Galtea, sobre los objetivos de este proyecto que llega tras dos años de arduo trabajo investigador puertas adentro del BSC y que está llamado a jugar un papel crucial en el cumplimiento de la normativa que afecta a la IA generativa.

Respaldada por la investigación de la Unidad de Tecnologías del Lenguaje del BSC y el poder computacional de MareNostrum 5, Galtea es la primera empresa en España en ofrecer una base tecnológica y científica para la evaluación técnica y el cumplimiento normativo de la IA generativa.

Galtea echa a andar respaldada por la Unidad de Tecnologías del Lenguaje del BSC y el potencial computacional de MareNostrum 5

Las normas generales sobre IA se aplicarán a partir de mayo de 2025 y la constitución de la spin-off pretende aprovechar las inquietudes que ahora tienen las empresas a la hora de utilizar todo el potencial de esta tecnología.

"Cuando una empresa genera sus modelos basados en IA, siempre van a tener la necesidad de controlar la calidad de sus resultados y Galtea ayuda a las empresas para lograrlo", relata en conversación con esta redacción Baybars Kulebi, cofundador de la spin-off.

Los cofundadores de Galtea gestaron el proyecto durante dos años en el seno del BSC.

Y es que su tecnología no podía aterrizar en el mercado en un momento más oportuno. La irrupción de los grandes modelos de inteligencia artificial generativa están revolucionando la industria al proporcionar las herramientas necedsarias para reducir los costes y mejorar la productividad.

Solo en Europa, se prevé un aumento de 84.000 millones de dólares en la contribución de la IA al PIB entre el 2024 y el 2030, relacionado con un crecimiento en inversión y desarrollo de la IA por parte de las empresas, lo que se traducirá en un crecimiento anual del PIB del 15,9% en ese periodo, según un informe del portal Statista.

El aliado para aterrizar la IA generativa

Sin embargo, este nuevo valor estratégico no se ha traducido aún en una implementación real por los riesgos que implica. La falta de precisión, la seguridad de los modelos y, más recientemente, la preocupación por cumplir con el nuevo reglamento europeo de IA son algunos de los obstáculos que hasta el momento han impedido una adopción masiva en el mercado de los sistemas de IA generativa.

Ahí es donde entra en escena Galtea. La plataforma ya es una realidad, pero para conocer sus orígenes hay que remontarse dos años atrás en el Barcelona Supercomting Center, donde Jorge y Baybars coincidieron trabajando bajo la dirección de la experta Marta Villegas, responsable de la Unidad de Minería de Textos.

"Ofrecemos una metodología científica y sistémica para evaluar los productos basados en grandes modelos de lenguaje para casos de uso específicos"

Jorge Palomar, CEO de Galtea e investigador del BSC

"Al principio la plataforma respondía a una necesidad nuestra, de nuestro trabajo investigador en el seno del BSC, y llegado el momento, vimos que se podía transformar en una producto para ayudar a otras empresas a superar un gap que detectamos y que en el contexto de la AI Act iba a ir en aumento", añade el CEO y también cofundador de Galtea, Jorge Palomar.

Así, la tecnología del BSC ha sido transferida ahora a spin-off, donde se perfeccionará para aplicaciones comerciales.

"Nuestra tecnología aborda las principales barreras que impiden a las empresas adoptar la IA: precisión, seguridad y cumplimiento. Ofrecemos soluciones en las que las empresas pueden confiar", ha afirmado Jorge Palomar.

"El enfoque es disruptivo porque ofrecemos una metodología científica y sistemática para evaluar productos basados en grandes modelos de lenguaje para casos de uso específicos, añadiendo una capa integral de cumplimiento y gobernanza", añade.

Actualmente, la empresa está trabajando con uno de los cinco principales bancos de España y una prometedora startup de IA, demostrando el potencial de la plataforma en entornos de alto riesgo.

Entre sus principales beneficios, según apuntan los expertos del BSC, destacan una reducción notable del tiempo que transcurre desde el desarrollo de la tecnología hasta su implantación, acelerando la fase de validación en un 80%, y una mejora en el rendimiento de los productos de hasta un 25%.

Spin-offs del BSC

Desde 2016, el BSC ha creado trece spin-offs que han generado más de 220 puestos de trabajo altamente calificados y han captado más de 30 millones de capital riesgo de fondos locales e internacionales. Todas las empresas derivadas del BSC tienen sede social en Barcelona.

A esta lista se suma ahora Galtea, una compañía a la que perder la pista a partir de ahora y, especialmente a partir de 2025 cuando las empresas comiencen a notar el peso de la regulación europea en materia de inteligencia artificial.