Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, entre Cuca Gamarra y Elías Bendodo, el Comité Ejecutivo Nacional.

Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, entre Cuca Gamarra y Elías Bendodo, el Comité Ejecutivo Nacional. David Mudarra

Política PARTIDO POPULAR

Feijóo insiste: "Sánchez no contesta si Aldama estuvo con él o con su mujer" y pide al PP que esté "listo para gobernar"

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El presidente del Partido Popular ha reunido este lunes en Madrid a su Comité Ejecutivo Nacional, el órgano de dirección más alto rango en la formación de centro derecha, que incluye a todos sus barones regionales. En la semana final del octubre negro de Moncloa, Alberto Núñez Feijóo ha vaticinado que "se nos hará largo el fin de la agonía de Sánchez", pero que "más largo se le hará a ellos, que se cocerán en su propia hipocresía".

La presión del político gallego va por dos vías. Por un lado, insiste al presidente en que dé explicaciones por sus "continuos escándalos". Y por otro, reclama a los suyos que estén "listos para gobernar".

Porque, según ha asegurado en el discurso de apertura de esta reunión, "Sánchez no es capaz de contestar si Aldama se reunió con él o con su mujer". Pero a los españoles les interesa más "llegar a fin de mes, llegar a casa a tiempo de ver a su familia o, peor, llegar a tener casa".

Por eso, al político gallego le preocupa que sus cuadros se confíen "con la sucesión de escándalos, amnistías, corrupciones y encubrimientos" del PSOE y de sus socios. Y recuerda a los populares que, "aunque esta decadencia política parezca no tener fin, lo tendrá. Y España necesita un futuro diferente".

Uno en el que prometió que "no habrá muros ni bloques". Una especie de vaticinio o de profecía que pretende autocumplir apelando a que "esto no va de partidos, sino de valores". Y a que el PP querrá construir esa España "en una nación unida por lo mucho que tenemos en común". Palabras, todas ellas, muy crípticas, pero que pretenden a pelar a la negación de los cordones sanitarios e incluso de las incompatibilidades entre sus eventuales socios.

El político gallego no hizo referencia al caso Errejón, cuyo nombre ni siquiera pronunció. Eso sí, tuvo una mención expresa a "las mujeres acosadas" que, dijo, "merecen sentirse arropadas".

Para el líder del PP, la gestión de la igualdad y del feminismo forma parte de los "desastres" de los Gobiernos de Sánchez: "Primero, vieron a sus agresores excarcelados, y ahí estuvo el PP para arreglarlo. Ahora sufren no sólo los hechos, sino su encubrimiento. Seguiremos defendiéndolas, porque el Gobierno solo ofrece su hipocresía".

Ausencias

A la misma hora, los consejeros de Presidencia de las CCAA del Partido Popular acudían a la reunión convocada por el Ministerio de Política Territorial para preparar, por fin, la cita de la Conferencia de Presidentes. Todos ellos, menos Isabel Díaz Ayuso -que llegó más tarde para no faltar a la entrega de un premio de la Comunidad de Madrid, agendado previamente-, llegaron al Comité Ejecutivo Nacional con un mensaje común.

En realidad, tres: las fotos de Víctor de Aldama con Pedro Sánchez hacen "insostenible" la continuidad del Gobierno; el escándalo del caso Errejón descubre a "quienes daban lecciones a la sociedad" mientras actuaban de la manera opuesta "bien maltratando mujeres bien encubriéndolo"; y la reivindicación de que la cumbre autonómica del próximo diciembre aborde la nueva financiación autonómica y la "emergencia migratoria".

Así se expresaban, a llegada, Jorge Azcón (Aragón), Fernando López Miras (Murcia), y Paco Núñez (Castilla-La Mancha), que incluso pidió una revuelta interna en el PSOE. "Quien tiene la llave para que todo esto acabe es el presidente Emiliano García-Page", clamó. "Si no está de acuerdo en nada con Sánchez, que le retire su apoyo y los ocho diputados socialistas castellano-manchegos lo hagan caer".

A la cita no acudieron Juanma Moreno (Andalucía), Marga Prohens (Baleares), María Guardiola (Extremadura), Carlos Mazón (Comunidad Valenciana) ni Alfonso Fernández Mañueco (Castillla y León). Alfonso Rueda (Galicia) y Ayuso llegaron después del discurso, directos a la comida con el presidente popular.

"El poder para protegerse"

Una vez dentro, y con media hora de retraso, Feijóo inició un discurso en el que trazaba un camino recto por una vía de dos raíles. La de un PSOE en "decadencia política, que sólo ofrece la incógnita de cual será le siguiente escándalo" y la de un PP "que tiene que dar algo diferente, gobernar con valores y dispuesto a servir a los españoles".

Para el Partido Popular, las circunstancias de España son extraordinarias. "Si no es la amnistía, es el cupo; si no es el cupo, es la corrupción; si no es la corrupción, es una fuga; si no es una fuga, es una detención; y si no es una detención, es un encubrimiento", lamentó Feijóo. "El sentido de todo lo que hacemos en el PP es poder dar a los españoles algo diferente a todo esto".

Según presidente popular, Sánchez "ya no puede aportar nada a los problemas de las familias porque si antes quería el poder sólo por estar en él, ahora es peor, porque lo necesita para protegerse". Para Feijóo, "el Gobierno empezó la legislatura extorsionado por sus socios. Y la va a agotar extorsionado por una trama de corrupción a la que pertenece".

Por tato, la pregunta "no es cuánto puede aguantar un presidente así, sino si España se lo merece". Y la respuesta, claro, es "no".

La percusión del PP desde la vuelta de verano se basa en presentar no sólo oposición, sino ideas propias. Lo hizo con la ley de conciliación y prevé hacerlo en breve con un plan completo de vivienda. Se trata de no sólo desgastar a Sánchez, sino de ilusionar al votante. Y, por lo que se vio en esta intervención de Feijóo ante sus generales, de poner al partido en tensión "para gobernar".

Como si fuese a ser ya. 

Es la teoría de la imprevisibilidad de Sánchez, "cuya credibilidad y capacidad de resistir" n demostradas: una para mal y la otra para bien; pero que ambas se "han puesto en duda con espectáculos penosos encadenados en pocas horas". Para Feijóo, el problema es lo que aún pueda venir. Es decir, como había dicho críptico Borja Sémper a la entrada al cónclave, eso de "todo se acabará sabiendo".

Por eso, en el PP creen que a Sánchez, "gobernar es ya es su última prioridad", porque es un presidente "acorralado y preso de sus propias mentiras".

Si la estrategia del PSOE está siendo la de "negar la realidad, engañar con los hechos y perseguir a quien los expone", el presidente del PP advirtió de que "el engaño es incompatible con la Presidencia del Gobierno, pero además es la peor defensa judicial"... porque exige más encubrimientos y mentiras posteriores.

Y sin embargo, Feijóo insistió en que "sobre él, la Justicia dirá; pero a los españoles hay que redimirlos ya".

Según el líder del PP, lo esperable, por experiencia, es que Sánchez siga por la vía de "intentar lo peor", es decir, "degradar las instituciones para su protección personal". Sobre todo, ahora que la pregunta ya no es sólo por Aldama, sino "por qué todos los de su coche de las primarias están implicados" en las causas de corrupción. 

"No hay protección posible. Ni tan siquiera abusando del poder", advierte Feijóo. "Si no es capaz de contestar desde cuándo sabía que Ábalos estaba a otras cosas, si no es capaz de contestar qué conocía de Ábalos para cesarle y qué cambió para aforarle de nuevo. ¿O es que el señor Sánchez tampoco conoce a su mujer?".

Y se preguntó, en nombre de los españoles, "¿qué es lo que aún hacen ahí?". Porque, además, "es que todo funciona peor cada vez. Llevan seis años en el Gobierno y llevan seis años sin hacer nada... pero lo peor es que ya no se puede hablar de un Gobierno porque no lo hay. Será más corta o más larga la agonía de Sánchez, pero ya es pasado".