Así operaba la mayor red yihadista de captación de menores en España: menos mezquita y más algoritmo

Fue el año pasado cuando comenzaron a elaborar y lanzar su propaganda a la red, al espacio virtual, a ver quién mordía el anzuelo... y lograron captar y propagar su mensaje entre decenas de jóvenes de toda España.

El Servicio de Información de la Guardia Civil (JIGC) es la unidad de élite que realizó la investigación del caso. La operación terminó el pasado 2 de agosto con la detención de los dos extremistas islámicos. En los canales privados que habían creado en redes sociales instaban a los jóvenes a llevar a cabo "acciones de martirio" (ataques que incluyen suicidio). 

Es, hasta la fecha, la mayor estructura yihadista de captación de menores de edad detectada en España. En algunos grupos llegaban a juntarse hasta 50 personas, y todos ellos se mostraban receptivos con las consignas que los adoctrinadores  aportaban. Alguno de ellos, como se constató tras las detenciones, ya había interiorizado el mensaje radical. 

Esta y otras recientes operaciones e investigaciones de la Guardia Civil revelan que las grandes organizaciones yihadistas están centrando sus esfuerzos en atraer a menores de edad para su causa en territorio nacional. Y esta novedad preocupa a los especialistas del Ministerio del Interior.

[El imán de la Mezquita Blanca es el líder de los 11 detenidos en Melilla por adoctrinar a menores]

Los investigadores han constatado que organizaciones como Daesh o Al Qaeda pretenden instrumentalizar a adolescentes para aumentar la tensión en Occidente e incluso provocar algún atentado terrorista. Y esa nueva estrategia de captación de adeptos a la causa yihadista la llevan a cabo en la red, vía online. Un espacio en el que las nuevas generaciones vuelcan horas al día.  

"De la mezquita a la habitación"

Según revelan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación desde el Servicio de Información de la Guardia Civil, en la actualidad se ha observado "un notable aumento" de esta tendencia. Los menores de edad son ya un objetivo claro de la yihad, con una cifra de jóvenes radicalizados que no deja de aumentar.

"Esto guardaría relación con una estrategia puesta en marcha por las principales organizaciones terroristas de corte yihadista a través de internet. Esta tiende a la instrumentalización de menores para incrementar la tensión terrorista en suelo occidental y para dar continuidad a la amenaza", señalan esas fuentes.

La operación de la Guardia Civil, contra la mayor red yihadista de captación de menores. Guardia Civil

El entorno virtual tiene una importancia ineludible en este fenómeno, ya que es el espacio donde centran sus esfuerzos las organizaciones terroristas. "Para los nativos digitales, no hace falta ya desplazarse y conocer gente. Lo que antes sucedía en las mezquitas ahora ocurre en una habitación", señalan.

Esos centros religiosos, años atrás, eran el lugar escogido por los radicales para conseguir adeptos a su causa. Ese espacio de reunión ahora se ha trasladado simplemente a la pantalla de los teléfonos móviles y a las redes sociales. Y tiene como gran aliado al algoritmo que reenvía contenidos personalizados a miles de usuarios en toda España. "Daesh y Al Qaeda", advierten los investigadores, "han visto aquí un filón". 

Otro de los aspectos que más preocupan a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es que los jóvenes que acabaron en las redes siguiendo estos discursos no tenían perfiles violentos, ni dominaban el árabe, ni contaban con profundas convicciones religiosas. Eso, indican los investigadores, propicia que casi cualquiera pueda ser una potencial víctima de ese adoctrinamiento.

Interior de la vivienda de uno de los detenidos. Guardia Civil

La mayoría, resaltan los especialistas de la Guardia Civil en la lucha contra el terrorismo, eran jóvenes nacidos en España de padres inmigrantes. En el momento en que empiezan a consumir propaganda yihadista por internet se distancian de sus familias, convirtiéndose en presas fáciles para ese tipo de mensajes.

"Se va a agudizar"

Existe una gran preocupación en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ante este problema. Los especialistas sitúan en la pandemia el momento en que se comenzó a ver esa nueva estrategia de captación a través de las nuevas tecnologías. "Ha habido un auge tras la Covid-19. Ha tenido un impacto muy evidente". Incluso llegan a difundir sus violentos eslóganes en juegos en línea.

[Interior detecta yihadistas que difunden propaganda en juegos en línea para captar jóvenes en España]

Lo más habitual es que el entorno de estos jóvenes viva totalmente ajeno a lo que les está sucediendo. Los padres, cuando los agentes acuden a la casa a identificar a los menores, son los primeros sorprendidos. Y por eso piden precaución a los progenitores con el uso que sus hijos realizan de internet.

Otro claro ejemplo de este fenómeno es una operación que hace apenas un año dirigió la Policía Nacional. La Comisaría General de Información desarticulaba una célula de 11 personas en Melilla con el imán de una mezquita de la ciudad al frente. Se dedicaban a captar perfiles para su causa, en muchos casos menores de edad. Querían convertirlos "en soldados de Alá" para que "llevaran a cabo la yihad". Elaboraban vídeos y los distribuían entre aquellos que querían atraer hacia sí. 

Interior le da una notable importancia a los menores. Los adolescentes pertenecen a una capa muy vulnerable de la población, tienen poca formación e interiorizan toda la información que reciben. "Te garantizas con facilidad un soldado a largo plazo muy válido para tus intereses", señalan fuentes de la lucha antiterrorista a EL ESPAÑOL.

Incluso están percibiendo cómo en muchos de ellos surge un odio visceral hacia determinados colectivos, como el LGTBI, o todo lo que tenga que ver con la cultura occidental. Por eso, los expertos en la lucha antiterrorista, que protagonizan día a día el combate contra estas organizaciones, creen que es importante invertir más recursos para afrontar este problema, que a su juicio va a ir más: "La tendencia está clara, se va a agudizar".