La segunda temporada de 'Atrápame si puedes', el concurso de preguntas que emite Castilla-La Mancha Media (CMM) de lunes a jueves a las 21.45 horas de la noche, se ha estrenado esta semana en la televisión pública castellano-manchega y lo ha hecho, de nuevo, con el popular Frank Blanco como presentador.
Pero el comunicador catalán (Barcelona, 1975), uno de los rostros televisivos más populares del país tras su paso por programas tan míticos como 'Crónicas marcianas', 'Gran Hermano', 'Caiga quien caiga' o 'Zapeando', no solo está vinculado a nuestra comunidad autónoma profesionalmente, sino que mantiene un vínculo familiar muy estrecho y especial con la comarca de Almadén (Ciudad Real), donde nacieron sus padres.
Después de un verano en el que ha mezclado descanso y trabajo, puesto que los fines de semana ha presentado el magacín vespertino 'Fiesta de verano' en Telecinco, Frank Blanco ha contado a EL ESPAÑOL - EL DIGITAL cómo está arrancando el curso televisivo, qué es lo que todavía le queda por hacer en los medios de comunición tras más de 25 años de carrera y cómo es su relación con sus hijos preadolescentes.
Pregunta. ¿Qué podemos esperar de la nueva temporada de 'Atrápame si puedes'?
Respuesta. El programa va a mantener su estructura y las mismas pruebas, aunque tengo que decirte que la final ha cobrado más emoción. Va a ser una temporada continuista, porque el concurso lleva menos de un año en pantalla.
P. ¿Cuál es la receta para que un concurso sea divertido para el espectador?
R. ¡Quién lo supiera! En el caso de 'Atrápame si puedes', para mí son fundamentales los concursantes. El equipo de producción hace una labor formidable, porque todos los participantes son gente muy divertida. Además, como son los mismos toda la semana, necesitas que tengan gancho, que sean naturales... Las pruebas que hay y el tipo de preguntas también son importantes, porque en nuestro caso buscamos que nos vea todo el mundo y que se puedan responder en familia. La clase de preguntas que hagas te pueden cerrar las puertas a un determinado público si las ven inaccesibles.
P. ¿El castellano-manchego tiene un humor propio?
R. El castellano-manchego tiene mucha retranca y le gusta mucho vacilar. Yo soy víctima de ello, porque los concursantes me vacilan mucho. Lo llevo bien e incluso lo agradezco. Como tengo sangre castellano-manchega es algo que no me resulta nuevo.
P. ¿Cuál ha sido el concurso de tu vida?
R. El 'Un, Dos, Tres', especialmente en la época de Mayra Gómez Kemp. Mi padre y yo éramos equipo 'Un, Dos, Tres' y mi madre, nunca he entendido por qué, quería ver 'La Clave', que ponían en La 2 a la misma hora. ¡Todas las semanas la misma bronca con mi madre! Al final ganábamos mi padre y yo, pero nos costaba. Ahora, después de tantos años, he reflexionado como profesional del medio y he sabido cuántas clases de presentador me ha dado Mayra o cuántas lecciones sobre hacer un show televisivo me ha dado Chicho Ibáñez Serrador. Tengo mucha curiosidad por ver cómo va a ser la nueva versión que van a hacer en Twitch.
P. ¿Las nuevas plataformas de contenido son una oportunidad o una competencia para los presentadores de televisión?
R. Hace un par de años ya hice algún programa para YouTube, en el ámbito de los videojuegos, y fue una experiencia muy llamativa. Hay que estar ahí. Ramón García, que es compañero mío en CMM, ha vuelto con mucho éxito a TVE gracias al Grand Prix, pero también marcó cifras históricas con las Campanadas que dio junto a Ibai Llanos en Twitch. Hoy por hoy, todo lo que se vea a través de una pantalla, es competencia de la televisión convencional. Otra cosa es la fuerza que tiene ahora cada plataforma y cada soporte, pero todo eso va a evolucionar vete tú a saber hacia dónde. Hay que observarlo con mucho respeto y estar muy atentos, porque los espectadores están en todas partes.
P. ¿Sus hijos son un buen termómetro para saber por dónde van los tiros?
R. No les pregunto lo que ven, pero sí les observo mucho para saber qué contenidos consumen. A veces me siento con ellos a ver a este o el otro chico que buscan en YouTube. Además, me fijo en sus dotes de comunicación, porque creo que en el futuro todos nos vamos a acabar mezclando de uno o de otro modo. Es bueno no perderles pista.
"A mis hijos les gusta estar conmigo, pero si me pierden de vista dos o tres días no les supone un drama"
P. ¿Cómo concilia un presentador de éxito la vida familiar y laboral?
R. Lo hago como puedo. Haciendo mil y un encajes de bolillos con mi mujer, que también trabaja muchísimo. Si vieras la agenda de mi móvil te echarías a llorar. Tenemos que apuntarlo todo, porque si no es imposible. Mis hijos entrenan al fútbol, pero en equipos diferentes y en días diferentes. Llevarles, ir a por ellos y demás ya es una aventura. Hay que organizarse mucho para encontrar huecos, porque tanto mi mujer como yo nos dedicamos a la comunicación, que es un trabajo que te hace estar tres días fuera de casa, ir a un evento a cualquier hora o a una reunión prontísimo. Los que nos dedicamos a esto hoy tenemos un horario y mañana otro completamente diferente. La conciliación tiene que ser forzosamente así, con mucha comprensión y organización. Solo así salimos vivos, más o menos.
P. Estos últimos meses has presentado 'Fiesta de verano' los fines de semana en Telecinco. ¿Cómo te has organizado para desconectar?
R. Tirando de agenda y adelantando mucho las vacaciones en familia, que conseguimos tener porque si no el año se hace muy cuesta arriba. Y también me he escapado algunas semanas de lunes a jueves a algún punto para estar con ellos. Afortunadamente, mis hijos ya son mayores y les gusta estar con su padre, por lo que yo percibo, pero si me pierden de vista dos o tres días tampoco les supone un drama (ríe).
P. Se te ha visto especialmente cómodo en 'Fiesta de verano'. ¿Ha tenido una química especial con el equipo o es que ya tienes muchas tablas?
R. Pues supongo que será una mezcla de ambas cosas. Ya tengo una edad y unas cuantas horas de televisión a las espaldas, algo que siempre ayuda a estar más seguro. Pero es verdad que en 'Fiesta de verano' he estado muy cómodo. A mí la televisión es algo que siempre me divierte, aunque estemos hablando del corazón, de sucesos o de un tema muy serio, porque entiendo que se necesita un tono distinto para cada asunto. Me gusta mi trabajo y me gustan especialmente los programas en los que se puede pasar de un registro a otro en cuestión de segundos. Por eso he estado especialmente cómodo en 'Fiesta de verano'.
P. Hemos visto despedirte de María Teresa Campos a través de las redes sociales. ¿Qué recuerdo te queda de ella?
R. Nunca trabajamos juntos, aunque me hubiera encantado, pero sí la entrevisté alguna vez y coincidí con ella en alguna entrega de premios. Lo que ha supuesto María Teresa Campos en el mundo de la televisión, especialmente para las mujeres, porque sin darse cuenta estaba abriendo paso a muchas de ellas, es algo que no se le puede negar. La capacidad que tenía de cambiar de registro, de hacer un sketch humorístico, de bailar o cantar, y luego ponerse seria o hacer una entrevista política... Es una mujer única e irrepetible. Si nos ponemos a pensar, hoy no hay una mujer tan polivalente como ella en la televisión.
"Lo que me queda por hacer es un late night a nivel nacional, un show divertido y desenfadado"
P. ¿Cuál es el programa soñado que te queda por presentar?
R. Desde hacía algún tiempo tenía un sueño, que era hacer un late night, y lo he podido cumplir los dos últimos en Cataluña (El Circ, 8TV). Además, lo he hecho con éxito y con reconocimiento de la profesión. Ahora lo que me queda es hacer un late night a nivel nacional, un programa similar al que hemos podido hacer en Cataluña estos dos años, que es algo que no descarto y que me gustaría. Un show divertido y desenfadado que haga que olvidemos las penas del día a día, que vienen solas.
P. Me suena a que ya hay alguna oferta...
R. ¡Nunca se sabe! Ojalá.
P. Si nos tuvieses que recomendar un lugar de Castilla-La Mancha para refugiarse, ¿cuál sería?
R. Aquí soy muy poco objetivo. Siempre recomiendo la zona de Almadén, que para mí tiene un valor sentimental muy especial. Pero turísticamente también es muy interesante porque es muy bonito, por su plaza de toros única y por sus minas, que sirven para entender la vida tan dura que ha llevado mucha gente el último siglo en nuestro país. Además, hay sitios en los que se come muy, muy bien.