El cometa Tsuchinshan-Atlas a su paso por Guadalajara.

El cometa Tsuchinshan-Atlas a su paso por Guadalajara. Julián García y Alfonso Espinosa

Guadalajara

Captan en Guadalajara el paso de un cometa que no volverá a verse en 80.000 años

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Después de muchas días de frustración por culpa de la persistente acumulación de nubes y cientos de fotos desperdiciadas, Julián García y Alfonso Espinosa, socios de la Agrupación Astronómica de Guadalajara (AstroGuada), han capturado una impresionante instantánea del 'cometa del siglo' a su paso por la provincia

Según ha informado AstroGuada en nota de prensa, se trata del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-Atlas), que -con una magnitud de 1.9 a 5- "vaga por la constelación de Ofiuco y se encuentra relativamente alto en el cielo del suroeste en el hemisferio norte". Visible con prismáticos y telescopios, puede observarse aproximadamente una hora después del atardecer.

El pasado 12 de octubre se situó en el punto más cercano a la Tierra, a una distancia de 0,47 unidades astronómicas, momento en el que alcanzó su brillo máximo y se pudo ver durante varios días a ojo descubierto. A medida que se aleje de nuestro planeta irá perdiendo su brillo y a finales de noviembre se habrá situado a 1,94 UA, unos 290 millones de kilómetros. No será hasta dentro de 80.000 años cuando se vuelva a ver. 

Visto desde el Pico de la Muela

La fotografía de García y Espinosa fue captada el lunes desde el mirador del Pico de la Muela, en la localidad de Miralrío, un espléndido balcón situado a 1.037 metros de altitud sobre el nivel del mar con vistas a las vegas de los ríos Henares y Bornova.

La imagen es el resultado de apilar veinte tomas de 15 segundos cada una a un valor ISO 6400 con una cámara Canon 6D astromodificada y un teleobjetivo Canon 70-200 a 125 mm y f/3.2, cuyo seguimiento se realizó con una montura ecuatorial EQ6-R.

Esa noche, la espectacular cola cometaria que ha desarrollado el cometa llegaba hasta la estrella Cebalrai (Beta OPH) en la constelación de Ofiuco, a la altura del cúmulo abierto Colmena de Verano, con lo que alcanzaba los 15º de longitud, lo que equivale a unas treinta veces el tamaño del disco de la Luna llena.

"Tras la puesta de sol estuvimos siguiendo el tránsito del cometa durante más de tres horas, pero las adversas condiciones meteorológicas apenas nos permitieron aprovechar tres o cuatro minutos de fotos", ha explicado Espinosa.

En la instantánea se puede apreciar incluso la anti-cola del cometa, que se asemeja al cuerno de un unicornio. Este fenómeno se muestra en forma de una delgada estela de luz opuesta a la cola de polvo, que se forma a partir de las partículas de polvo más grandes y pesadas que el viento solar pugna por alejar.