El palestino Ayham Hiyazi, de once años, espera que cuando su padre sea liberado de la cárcel pueda verlo en este campo de fútbol intramuros de la Ciudad Vieja, con el traje blanco.
Con la mitad de su familia habiendo pasado por prisiones israelíes, Hiyazi patea el balón con las mismas ganas que asegura tener por cambiar su futuro, condicionado por la situación política de la ciudad.
Entrena en una de las cinco ubicaciones de la parte oriental, la palestina, de la Ciudad Santa, donde la Fundación del Real Madrid desarrolla estos días el mayor clínic celebrado fuera de España: entrenamientos de élite en los que compagina valores, como la resolución de conflictos, con el deporte.
El éxito de esta primera convocatoria en la que participan más de 2.500 chicas y chicos de la ciudad, de entre 7 y 15 años, ha llevado a la fundación blanca a movilizar a ocho de sus preparadores, que trabajan en tres sesiones diarias, divididas por edades.