'Woman of...': cómo ser una mujer trans en Polonia

Esto ha derivado en que la tasa de suicidio sea especialmente alta entre los jóvenes LGBTIQ+. En este contexto, la cineasta Malgorzata Szumowska (Cracovia, 1973), de nuevo compartiendo las labores de dirección junto a su habitual director de fotografía y coguionista Michal Englert (Varsovia, 1975) -como ya hicieran en Nunca volverá a nevar (2020)-, presenta Woman of…, un poderoso canto a la tolerancia que pretende remover conciencias.

El filme, abordando varias décadas, narra la historia de Andrzej, que desde su tierna infancia siente que su cuerpo no refleja su verdadera identidad de género. Dada la hostilidad general ante las personas diferentes en Polonia, el protagonista se esforzará por mantenerse dentro de lo considerado socialmente normal: vivirá con sus padres conservadores en su ciudad natal, aceptará un trabajo de oficina monótono, se casará con la enfermera Iza (de la que, eso sí, vivirá genuinamente enamorado durante toda su vida) y tendrá dos hijos.

Sin embargo, entrando ya en la madurez y presa del trauma y la depresión, Andrzej decidirá finalmente afrontar sus problemas, en un viaje en busca de la libertad personal como mujer trans, adoptando el nombre de Aniela.

Utilizando una narrativa episódica clásica que encuentra la épica en lo cotidiano, tan habitual en cierto cine europeo, Szumowska y Englert vuelven a centrarse en la gramática del cuerpo, que tan importante era como herramienta de trabajo en el drama sobre la prostitución Ellas (2011), como objeto de pecado de un sarcedote en Amarás al prójimo (2013) o como ejemplo de las relaciones de poder en la película titulada precisamente Cuerpo (2015).

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Aquí, es la fisionomía de la actriz cisgénero Malgorzata Hajewska-Krzysztofik (los directores han comentado que tuvieron que recurrir a ella ante la imposibilidad de encontrar a una mujer trans en Polonia con formación básica en interpretación, un síntoma más de la exclusión que sufren) lo que mantiene el magnetismo del filme, gracias a su manera de encarar la transición de Andrzej, variando su voz, su manera de caminar e incluso su semblante a medida que el filme avanza.

Es este trabajo de Hajewska-Krzysztofik lo que sostiene un guion que decae en algunos momentos y que acaba derivando hacia el drama judicial y carcelario. En paralelo, los cineastas narran otra transición, la experimentada por Polonia en los últimos cuarenta años, una sociedad que se unió en torno al sindicato Solidaridad para derrocar al régimen comunista y que ahora se encuentra muy polarizada.

"Es el magnético trabajo de la actriz cisgenero Malgorzata Hajewska-Krzysztofik lo que sostiene la película"

Esto viste al drama de Andrzej de una mayor profundidad, pero al final es la compleja relación del protagonista con Iza -interpretada con garra por Joanna Kulig, la inolvidable protagonista de Cold War (Pawel Pawlikowski, 2018)-, lo que lleva al espectador a alcanzar una auténtica emoción.