Aston Martin ante la hora de la verdad: tocaron fondo en Brasil y necesitan cambios urgentes en el equipo y en el coche
- El piloto español afrontó una carrera complicada en Brasil, una más en este año, superando su límite al volante y su resistencia física en unos días muy complicados.
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El Gran Premio de Sao Paulo, celebrado en el mítico circuito de Interlagos, supuso un duro golpe para Aston Martin y su piloto estrella, Fernando Alonso. La escudería de Silverstone, que comenzó la temporada con la ilusión alta y promesas de un resurgimiento en la Fórmula 1, se ha visto atrapada en una espiral de problemas que, a estas alturas del campeonato, parecen insalvables.
La carrera de Brasil no fue una sorpresa para Aston Martin, solo expuso las debilidades del monoplaza que se veían desde hace muchas carreras. Por si fuera poco, la prueba de Interlagos dejó al descubierto las carencias estructurales que azotan al equipo.
Fernando Alonso, doble campeón mundial y referente del equipo, finalizó en una decepcionante decimocuarta posición, después de lidiar con una serie de problemas técnicos y físicos que hicieron de la carrera un calvario.
El piloto asturiano no dudó en expresar su frustración tras la prueba: "Tuvimos bastantes problemas con los frenos, sobre todo en todas las resalidas, en las que todo el freno se iba a la parte trasera; y era como tirar el freno de mano en las curvas".
Esta valoración del asturiano ilustra perfectamente la gravedad de los fallos que presenta el AMR24, un coche que, lejos de evolucionar, ha ido perdiendo competitividad con el paso de las carreras.
A pesar de los dolores de espalda provocados por el rebote del coche (porpoising), Alonso decidió no abandonar. La razón detrás de su estoica resistencia fue doble: su compromiso con los mecánicos del equipo y una emotiva dedicatoria a las víctimas de las recientes inundaciones en Valencia.
"Había que terminar por los mecánicos, por mí, que lo he pasado un poco mal, por la gente de Valencia, que está en peores situaciones de lo que he estado yo hoy", explicó tras finalizar la carrera.
Promesas incumplidas
La temporada 2023 fue prometedora para Aston Martin gracias al AMR23, un monoplaza que le permitió a Alonso sumar ocho podios y devolver la ilusión al equipo de Silverstone.
Sin embargo, esa euforia inicial se desvaneció rápidamente cuando el desarrollo del coche se estancó. Mike Krack y Dan Fallows, responsables del equipo y el departamento técnico, habían prometido que los errores cometidos en la segunda parte del 2023 servirían de lección para evitar repetirlos en el año 2024. No obstante, la historia del AMR24 ha demostrado que esas promesas no se han cumplido.
El monoplaza actual adolece de graves deficiencias en aspectos fundamentales como la aerodinámica y la fiabilidad mecánica. El hecho de que Fernando Alonso tuviera que competir con diferentes suelos que resultaron ser menos eficientes es un reflejo de la falta de coherencia y visión a largo plazo en el desarrollo del coche.
"Teníamos un mejor coche esta mañana, pero tuvimos que cambiar piezas e ir a otros componentes con menos prestaciones, y en la carrera íbamos con diferentes suelos que hemos identificado que iban peor", reconoció el bicampeón.
Rumores de cambios
El descalabro de Aston Martin no ha pasado desapercibido y ya empiezan a sonar rumores de una reestructuración interna antes de que finalice la temporada. Antonio Lobato señaló en una reciente intervención en SoyMotor que el ambiente en el seno de la escudería es tenso y que "no descarto que haya novedades. Que ruede alguna cabeza. Porque ha llegado el momento de que se agite un poquito el árbol".
El fichaje de Adrian Newey, que llegará al equipo en marzo de 2025, ha alimentado las especulaciones sobre una inminente "operación limpieza". Dani Juncadella, piloto y analista, explicó que el ingeniero británico ha sido claro respecto a sus intenciones: "Lo primero que tengo que hacer es cargarme a gente de aquí porque voy a hacer equipo y ya sé que hay gente que no va a estar ahí".
El futuro de Aston Martin
El proyecto a largo plazo de Aston Martin tiene una fecha marcada en rojo: 2026. Ese año se espera que la escudería compita de tú a tú con los grandes equipos de la parrilla y aspire a conquistar el título en 2027.
La reciente incorporación de Andy Cowell, reconocido por su papel en el éxito de Mercedes, es un indicio de que la dirección del equipo está comprometida con ese objetivo. Sin embargo, Cowell ha dejado claro que el camino por recorrer es largo y complicado: "No existe un departamento perfecto en este momento. En todas partes se dice que podemos hacerlo mejor".
El nuevo CEO de Aston Martin Performance Technologies subraya la necesidad de fortalecer cada área del equipo. "Tenemos que mejorar en todas las áreas", sentenció Cowell, quien ha reconocido el trabajo de su predecesor, Martin Whitmarsh, y la importancia de la infraestructura construida bajo su mandato, como el nuevo túnel de viento y el campus tecnológico.
Con tres carreras restantes en la temporada, Fernando Alonso ya anticipa que Aston Martin seguirá teniendo dificultades. "En las tres próximas carreras vamos a estar en la cola de la parrilla", admitió el asturiano, dejando claro que no hay expectativas de mejoras inmediatas. La presión sobre Lawrence Stroll, dueño del equipo, es palpable, y la paciencia de los inversores y del propio piloto se agota.