¿Cuál es el origen de la expresión 'Encontrar a tu media naranja'?
¿De dónde viene la frase "encontrar a tu media naranja"? Se trata de una expresión muy popular en España y que, sin embargo, se remonta a la Antigua Grecia.
22 marzo, 2022 10:39En español o castellano posee muchas expresiones muy curiosas, por ejemplo, ¿qué significa la expresión española 'tener más hambre que el perro de un ciego'? Hay otras muchas expresiones que son muy populares en España, como por ejemplo, "encontrar a tu media naranja", una frase que tiene que ver con el amor y las "almas gemelas". Sin embargo, ¿por qué media naranja...? Aquí te contamos cuál fue el origen de que empezasemos a utilizar esta expresión.
Origen de la expresión: "Encontrar a tu media naranja"
La expresión "Encontrar a tu media naranja" surgió en la Antigua Grecia. De hecho, según los escritos, la expresión aparece por primera vez en una obra de Platón, llamada El Banquete y escrita alrededor del 380-350 a.C y que trata sobre la búsqueda del amor. En dicho texto, Aristófanes explica que "los humanos al ser tan perfectos tienen forma esférica y los compara con las naranjas". De ahí, comenzaría la comparación del amado o amada con esa "media naranja". No sólo hablaba de esto sino que decía que "tienen dos rostros en lados opuestos sobre la misma cabeza (dato importante), cuatro piernas y cuatro brazos para desplazarse rodando".
Aristófenes en este texto comparaba a los humanos con Dioses, o más bien los igualaba. La historia cuenta que a Zeus (dios máximo del Olimpo) no le hizo mucha gracia esta soberbia y actuó en consecuencia. Lo que hizó entonces fue mandar un rayo para cortar a estos "hombres naranja" por la mitad, y condenarlos a deambular por el mundo buscando "su otra mitad".
Esta historia tiene moraleja y es que, Zeus nos da la posibilidad de encontrar el amor, pero no a cualquier precio. Esto significa que los rayos de Zeus están siempre vigilantes con el fin de que hagamos del amor alejado de la arrogancia o la soberbia. Es decir, la raza humana debe conocer y ponderar sus propios límites.