Servicio de sake.

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Actualidad gastronómica

Cómo potenciar el sabor del sake y otras curiosidades para disfrutarlo como un auténtico japonés

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“La gastronomía japonesa está en auge a nivel mundial y, desde que la UNESCO en 2013 incluyera la cocina tradicional nipona en la lista, nos sentimos muy afortunados" manifestaba el embajador de Japón en España, Takahiro Nakamae, en uno de los muchos encuentros que tienen lugar en su residencia de Madrid para poner en valor la cultura gastronómica del país. 

Consciente de que en España los restaurantes japoneses forman parte de nuestra vida cotidiana, tiene aún "la sensación de que todavía se cae en malentendidos con el sake, entendiéndolo como un destilado de alta graduación". Es por eso que los encuentros divulgativos, como este que sucedió al principio del curso, conducido por la sumiller Mayuko Asayama, siguen siendo de vital importancia. 

A las puertas de cerrar el octubre, el día de uno de este mes se celebraba el Día Internacional del Sake, “Sake no hi”, una fecha que destaca el impacto de esta tradicional bebida japonesa en el mundo, "una bebida muy comparable con el vino", tal y como presentaba la sumiller, tras su paso por Vinoble participando con una buena gama de sakes y descubriendo similitudes entre vino y sake.

Tres claves para disfrutar del sake

"Esta bebida fermentada a partir de arroz, con un promedio de alcohol del 15% pero por debajo de 22º por ley, se puede tomar tanto en frío como en caliente. Principalmente, es una bebida para acompañar la comida, en lugar de un chupito que se tenga que beber de un trago como algunos piensan. La que es bebida nacional de Japón tiene una estrecha relación con su cultura: en Año Nuevo, siempre brindamos con el sake", cuenta, y por ello el gobierno de Japón está trabajando para que quede registrada como patrimonio inmaterial de la UNESCO.  

Arroz, agua, koji, levadura y alcohol destilado, son los cinco ingredientes que se necesitan para elaborar el sake, que puede presentar una variedad muy amplia de sabores y texturas. Del interés que despierta y las curiosidades que esconde se sabe aún poco. Empezando por su nombre que, en realidad, en japonés no es sake, sino Nihponshu, cuyo significado apunta a que debe ser un fermentado de arroz, agua y koji (el hongo que se utiliza para su elaboración). 

El arroz debe ser de tipo japónico, un abanico que engloba más de 120 tipos de arroz. El agua, mucho más suave que en España, dependiendo de la zona de Japón se encuentra más dura o más suave. El koji es el mismo hongo para el miso o mirin, y por eso el sake combina muy bien con la comida. Aquellos alimentos que son difíciles de maridar con vino, son fáciles de armonizar con sake, como el pescado azul, crudo, huevas de pescado, picantes, alcachofas, platos con mucho vinagre o ahumados. 

Temperatura

Servicio de sake.

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Cuanto más caliente esté el sake, más aumenta el sabor y el aroma, pero “hay que tener en cuenta con más de 60º grados, solo se nota alcohol”. 

A la hora de calentar el sake, recomienda estar atento todo el tiempo durante el proceso. La mejor manera es hacerlo al baño maría, "resulta más redondo y agradable”. En una olla con agua hervida, introducir el vaso con el fuego apagado y 3 o 4 minutos hasta que la temperatura llegue a los 45-50º. En el microondas hay que tener más cuidado y controlar más los tiempos y temperaturas. 

Recipientes

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Si el sake se va a servir en frío vale cualquier recipiente, pero el caliente es mejor utilizar cerámica. Entre los formatos a los que se pueden recurrir están la copa de vino; el ochoko (vasito de sake) o el tokkuri (jarra de sake). En cuanto a los materiales, se pueden encontrar recipientes de cristal, vidrio, cerámica, porcelana, madera o metal. 

Conservación

“Es muy importante, porque es muy delicado, al igual que el vino. Si se almacena en malas condiciones se estropea fácilmente y pierde carácter y calidad”. Lo más fácil es guardarlo en la nevera donde se evita el calor y la luz. No tiene fecha de caducidad, al ser un alcohol, pero es una bebida para consumirla lo antes posible, aunque si está bien conservado aguantará. 

"Evitar el calor, la luz y rayos ultravioletas, la humedad y guardar las botellas de pie. Lo ideal es guardarlas en el frigorífico" puntualiza la sumiller. 

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