El chef Pepe Rodríguez ha sido el último invitado al programa Planeta Calleja, conducido por el aventurero Jesús Calleja. La pareja televisiva ha ido a Nápoles, en Italia, y ha recorrido algunos de los espacios preferidos por ambos: los restaurantes. El jurado de Masterchef, responsable de El Bohío en Illescas (provincia de Toledo), ha aprovechado para hablar sin tapujos de su vida privada, de su oficio y de sus orígenes. 

Sobre el eje principal sobre el que orbita su vida, la cocina, ha introducido que es algo colectivo. "Si el restaurante funciona bien es gracias al equipo. Yo puedo dirigir un poquito, intento marcar el estilo, pero los verdaderos artífices son ellos. Y hay que decirlo alto porque hay muchos periodistas gastronómicos que siempre están 'Los cocineros ya no están en la cocina'. Hoy un restaurante es un grupo, un equipo. El cocinero puede ser el líder o más conocido pero es un equipo. ¿Cómo no vamos a ir por ahí si es mi empresa? ¿Pero qué quieres, que te haga yo el pisto manchego?", protestaba.

"Hoy en día, cualquiera puede ser crítico gastronómico porque tengo un arma -el móvil- y digo que lo soy", señalaba en este mismo momento del programa. "Luego hay otros que a veces gastan mucho dinero y encima lo quieren monetizar. Cuelgan todo lo que comen y también la factura. Me parece lo más vulgar", narraba, explicando cómo ponen cámaras en todos los lugares y se graban comiendo.

Pepe Rodríguez añadía que respeta a todo el mundo pero que no comprende el bum de los llamados foodies. "Se permiten el lujo de decirle al cocinero con 40 años de profesión cómo o de qué manera o qué harían ellos. Oye, un poco de respeto a la profesión", sentenciaba. Aparte, el chef relataba los trucos para saber cómo detectar a un inspector de la guía Michelin.

Jesús Calleja quiso conocer de primera mano cómo se enteran de que, entre los comensales de un día concreto, está un inspector de la guía Michelin. Aunque Pepe Rodríguez reconocía que no era "fácil", sí admitía que se fijan en ciertos detalles que les hacen detectar cuándo están ante alguien de tan prestigioso galardón.

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"A veces, por las formas, por cómo te piden la carta de vinos, se nota", explicaba el empresario. Rodríguez, con una estrella en su local y varias menciones por su trayectoria, revelaba algo impactante en Planeta Calleja: "La gran mayoría de los restaurantes que tienen estrella Michelin tienen colgados carteles con las caras y los nombres de los inspectores para tenerlos identificados. Yo no tengo ninguno".

Según alegó, en su caso prefería mantener la intriga. "Si ese día les he atendido bien, perfecto. Y si no, pues soy humano", defendía Pepe Rodríguez, que contó que su mayor "obsesión" es pagar las nóminas a final de mes: ese era el mayor quebradero de cabeza después de haber pasado épocas en las que no fue sencillo.