Llevas toda la vida comiéndote mal el yogur: el grave error que cometes según los nutricionistas

Si eres de los que al abrir un yogur, desecha el líquido que se encuentra en la parte superior, es hora de reconsiderar ese gesto automático y que muchos repiten desde que eran niños. El problema es que estás tirando a la basura un componente valioso y beneficioso para el organismo. Resulta que ese líquido, conocido como suero proteico, es una fuente de nutrientes esenciales que no deberías desechar.

El suero proteico es un líquido transparente que se forma en la parte superior del yogur debido al proceso de coagulación de la leche durante la fabricación. Aunque puede parecer agua, en realidad es una rica combinación de proteínas, minerales y otros compuestos saludables. Su aparición no está relacionada con la caducidad ni con un mal estado del producto, sino más bien con factores como el tiempo, la temperatura, las bacterias ácido lácticas durante la fermentación y la agitación durante el transporte.

La dietista-nutricionista Gema Nogueira advierte sobre la importancia de no desechar este líquido, ya que es parte integral del yogur y contiene proteínas y minerales beneficiosos para el cuerpo. A pesar de que no es obligatorio consumirlo, su inclusión en la dieta puede aportar importantes ventajas para la salud.

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"Si su presencia no agrada o da algo de repelús, lo mejor es mezclarlo con el resto del yogur. Apenas cambia su textura y ambas partes, líquidos y sólidos, se funden sin problema", subraya Nogueira. Esto ayudará a incorporar sus valiosos componentes y a aprovechar al máximo los beneficios nutricionales del producto.

Cuáles son los beneficios

Su contenido en proteínas, incluyendo la alfa-lactoglobulina y la beta-lactoglobulina, lo convierte en un aliado valioso para la síntesis proteica muscular. Por lo tanto, consumir el suero proteico puede ser especialmente beneficioso después de la práctica de ejercicio físico, ya que ayuda en la regeneración de las fibras musculares y en la recuperación.

También es una fuente valiosa de minerales esenciales, como el calcio y el fósforo. Estos minerales son conocidos por su papel en la salud ósea, contribuyendo a la formación y el mantenimiento de huesos fuertes y saludables. Esto es especialmente importante en etapas de la vida en las que el desarrollo óseo es crucial, como la infancia, la adolescencia y la menopausia.

Además de sus beneficios para los huesos y los músculos, el suero proteico también puede tener un impacto positivo en la salud en general. Algunos estudios sugieren que las proteínas lácteas, como las presentes en el suero, pueden contribuir a la reducción de la presión arterial y al control del azúcar en la sangre. También se ha investigado su potencial para ayudar en la pérdida de peso y en la mejora de la saciedad, lo que podría ser de interés para aquellos que buscan mantener un peso saludable.

Las proteínas presentes en el suero de yogur, entre las que se encuentran las beta-lactoglobulinas, alfa-lactoalbúminas e inmunoglobulinas, difieren en composición de las que se hallan en la porción coagulada, tal y como se destaca en este artículo de EL ESPAÑOL.

Estas primeras proteínas exhiben un perfil aminoacídico favorable, siendo especialmente ricas en aminoácidos esenciales, los cuales son vitalmente necesarios para el organismo pero deben ser adquiridos a través de la dieta, ya que el cuerpo no es capaz de sintetizarlos internamente. 

Adicionalmente, durante el proceso de coagulación, el suero del yogur también incorpora algunos de los minerales mencionados entre sus beneficios como el calcio, el magnesio y el fósforo. Aunque las cantidades de estos elementos en el suero no son sustanciales en comparación con el contenido total del yogur, su inclusión en la dieta puede contribuir a la completa absorción de los beneficios nutricionales del yogur. Este punto es destacado por la experta Gemma del Caño, quien señala la oportunidad de mejorar la totalidad del yogur al integrar el suero.

En esta línea, ambas expertas están de acuerdo en que la elección óptima es consumir el yogur en conjunto con su suero. Cabe destacar que ningún producto lácteo es esencial en la alimentación humana, excepto la leche materna en la infancia. En este contexto, el yogur y el líquido superficial que se forma en su envase no son elementos obligatorios. Sin embargo, ya que se va a consumir un producto lácteo como el yogur, mejor aprovechar todo su potencial que desechar parte del mismo por el fregadero.