Las procesiones más impresionantes que puedes ver en los pueblos de Castilla y León
Cada año consiguen reunir a miles de visitantes para disfrutar de la pasión y devoción que se respira en cada rincón de estas localidades
28 marzo, 2024 07:00Noticias relacionadas
Castilla y León vive la Semana Santa bajo un denominador común: pasión, fervor y silencio. Cada una de sus provincias alberga unas procesiones únicas, llenas de historia, cultura y mucha belleza. Y es que, sin duda, es una de las manifestaciones de mayor atractivo turístico de la Comunidad.
Esto hace que cada año miles de personas acudan a Castilla y León a disfrutar de sus pasos, leyendas populares, banda sonora o el aroma del incienso impregnando cada calle. Unas celebraciones que son una gran seña de identidad llegando a convertirse en un grandísimo atractivo. Y es que, cabe destacar, que muchas de ellas han sido declaradas Fiesta de Interés Turístico Regional, Nacional y van camino del reconocimiento internacional.
En esta ocasión El Español-Noticias de Castilla y León se hace eco de las Semanas Santas de Interés turístico Regional que hay en la Comunidad, y que merece la pena visitar, al menos, una vez en la vida. Aunque todas ellas consiguen congregar a miles de turistas y vecinos cada año, lo que les convierte en una referencia en el país.
Ágreda
La primera de todas es Ágreda. Se conoce como la 'Villa de las Tres Culturas' y tiene declarado el Viernes Santo como Interés Turístico regional. Un día en el que se puede disfrutar de las procesiones del Sermón de las Siete Palabras y la General del Santo Entierro. Este día por la mañana, la Cofradía desfila por las calles de la villa siguiendo un protocolo secular. Trasladan las imágenes a la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros para celebrar el Sermón de las Siete Palabras. En ese momento, se produce el cambio de guardia de soldados romanos que custodian el Calvario.
Los cofrades visten un traje de gala conocido como 'felipecuarto' y está inspirado en la nobleza del siglo XVII. Los alumbrantes son niños que actúan de pajes y las hermanas van ataviadas con mantilla española, traje negro y capa morada.
Almanza
La Semana Santa de Almanza es uno de los pocos ejemplos de rituales del barroco que aún perviven. En estos días, la pasión y devoción recorre cada rincón. Uno de los actos centrales son Las Caídas del Nazareno, que se trata de una teatralización de este pasaje bíblico que tiene lugar en la tarde del Viernes Santo y llena de emoción el templo de Santa María.
Posteriormente, las cofradías de Las Ánimas y La Soledad, procesionan las tallas de la Oración en el Huerto, La Dolorosa, La Soledad, el Cristo del Humilladero, San Juanín y la Urna. Otras grandes citas que nadie se puede perder son la Procesión de los Ramos y la Subasta de los Pasos.
Una semana repleta de actos que finaliza con El Encuentro el Domingo de Resurrección, una de las más emotivas por el momento en el que la virgen pasa del luto al manto blanco al encontrarse con su hijo.
Aranda de Duero
Cinco hermandades y tres cofradías ensalzan la Semana Santa de Aranda de Duero, aunque su epicentro es la iglesia de Santa María es el epicentro de la Semana Santa arandina. Donde destacan los desfiles de tallas de valor significativo, actividades musicales, sermones y meditaciones propias de estas fechas.
El Lunes Santo dan comienzo, sacando las imágenes por las calles. El Martes Santo celebran la procesión de El Encuentro; el miércoles, por su parte, tiene lugar el Sermón y, el Jueves Santo, el día de Dolor con la procesión de El Silencio.
Sin duda, los más destacados y las fechas donde todo el mundo se agolpa en la localidad son lo actos del Viernes Santo con el sermón y ceremonia de El Descendimiento y, el Domingo de Resurrección con su tradicional Bajada del Ángel.
Bercianos de Aliste
Desde hace más de 500 años, la pequeña localidad de Bercianos de Aliste sigue celebrando de la misma manera la procesión del Santo Entierro en la tarde del Viernes Santo. Sobre las 16:00 horas, los cofrades ataviados con sus túnicas blancas de lino, que les servían de mortaja el día de su entierro, salen del templo hacia la plaza entonando el desgarrador Perdón Oh Dios Mío.
Una vez que se reúnen alrededor de las tallas de Cristo y la Virgen, el párroco comienza con el Sermón del Descendimiento. Un discurso único cada año que siempre finaliza de la misma forma: con el desenclavamiento del Cristo. Allí se presenta también la Virgen Dolorosa y, posteriormente, la introducen en una urna de cristal donde se quedará hasta el próximo Viernes Santo. Con el Cristo crucificado, empiezan la procesión del Santo Entierro.
Los hombres mayores o viudos desfilan detrás con la típica capa parda Alistana. A las diez de la noche, con el pueblo absolutamente a oscuras se celebra la procesión de La Soledad.
El Burgo de Osma
A la sombra de su impresionante Catedral, la Semana Santa de El Burgo de Osma se desarrolla por calles angostas, típicas. Un escenario idóneo para representar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Cuenta con distintos pasos, pero destaca por encima del resto un Cristo Resucitado del siglo XVI, que es una copia de un original de Juan de Juni.
Los actos comienzan el Viernes de Dolores con el Vía Crucis que sale de la Catedral. Y, finalizan, el Domingo de Resurrección con la última procesión, la del Encuentro de la Virgen con su Hijo Jesucristo Resucitado en la Plaza Mayor. Sin duda, un lugar perfecto para disfrutar de una gran Semana Santa cargada de tradición y pasión.
La Bañeza
Las tres cofradías que hay en La Bañeza son del siglo XVII y anteriores. La Cofradía de la Vera Cruz se remonta al siglo XIV y la de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, es de 1615, con ermita propiedad de la Cofradía y con unos pasos que se pueden visitar durante todo el año debido a que están expuestos allí.
Tanto en la capilla como en los aledaños, se cocina y reparten 4.000 raciones del potaje de garbanzos con bacalao en la fiesta gastronómica-religiosa de Castilla y León. Por otra parte, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno es de 1667. Destaca su imaginería con una Piedad de Gregorio Fernández que, en la actualidad, no procesiona. Así como un nazareno de Salvador Carmona o un crucificado de Sanz Herranz.
La tradición del juego de chapas, la limonada y almendras y la buena gastronomía de la zona hacen de esta Semana Santa un momento para no olvidar.
Navaluenga
La fiesta es una tradición local que data del siglo XVII. En ella, dos cuadrillas de personas se retan en el canto de romances, que están escritos por Lope de Vega, durante la procesión del Jueves Santo.
Los versos que conforman los romances son más de 300 y fueron publicados en 1614, en las Rimas Sacras. Este reto consiste en que, sin que se equivoquen, las dos agrupaciones deben decir de forma alta, rápida y sin equivocarse, los romances de la mejor forma. De este modo, se constituye el acto principal de la Semana Santa de Navaluenga, el mismo que tiene la consideración de Interés Turístico Regional.
Sahagún
Son dos las cofradías, fundadas en el siglo XVI, las que organizan todos los actos que se realizan durante Semana Santa: la Cofradía de Jesús Nazareno y Patrocinio de San José y la Cofradía de la Vera Cruz.
En ella destaca notablemente la subasta de los pasos, que se realiza una semana antes del Domingo de Ramos. Además, es muy particular la forma que tienen de procesionar puesto que los pasos van a hombros de los penitentes en tableros de madera y siguiendo el compás de tambores y bombos.
Sin olvidar el reparto del llamado 'Pan de Jesús': el Jueves Santo, al finalizar el recorrido, la imagen de El Salvador es instalada para la vigilia que durará toda la noche, una noche en la que además sonarán las campanas en tandas rítmicas de 12 campanadas. Y a medianoche, manteniendo otra secular costumbre, los cofrades invitan a los asistentes a pan mojado con orujo.
Tordesillas
La Escuela Castellana, especialmente Gregorio Fernández, dejó su huella en esta población a orillas del Duero. La Semana Santa de la localidad se caracteriza por estar repleta de tradición, historia, arte y la intensidad con la que se celebra.
Las iglesias y conventos que se asientan a lo largo de sus rúas son el escenario adecuado para las representaciones de estos días. La exposición de pasos suele estar abierta de Jueves Santo a Sábado Santo. Algunas cofradías tienen imágenes de gran valor artístico como es el caso de Nuestra Señora de las Angustias, de Adrián Álvarez, o la Flagelación de Felipe Espinabete.
Toro
Siguiendo la ruta del Duero, ya en tierras zamoranas, llegamos a Toro, cuya Semana Santa muestra tallas de gran valor. Está dentro de la tradición de la Semana de Pasión Castellana. Nació en el pueblo debido al sentimiento que la gente expresaba en estas fechas y se crearon las primeras cofradías bajo la protección de los conventos. La primera de ellas en el siglo XV, que fue la de la Orden de los Franciscanos.
La Pasión toresana destaca, también, por sus sonidos característicos, como los cánticos de piedad, y la localización de enclaves como la Colegiata, sin olvidar la devoción que el pueblo fiel profesa a Jesús Nazareno y a la Virgen de los Dolores y La Soledad.
Destaca la bendición de los Conqueros, que tiene lugar el Jueves Santo en la iglesia-museo de Santa Catalina. Los cofrades llamados conqueros o popularmente 'cagalentejas' hacen juramento de silencio portando la conca típica para catar el vino, con la que piden limosna para la cofradía. También el rezo de las 'Cinco llagas' congrega a numeroso público en este antiguo rito religioso. Cabe destacar la procesión del Viernes Santo, 'Nuestro Padre Jesús y Ánimas de la Campanilla', que está considerada como una de las más largas de España. Durante este día es muy típica la degustación de bacalao. Una Semana Santa única que fue declarada de Interés Turístico Regional en 2007.