SOS de la hostelería: reinventarse o morir en el primer día de cierre
“Así es muy complicado. Hoy he vendido algunos cafés para llevar y cuatro o cinco bocadillos”. Con una sensación que desprende indignación, Jorge Alonso levanta hoy la persiana de su establecimiento, en la calle Esquila de Valladolid, en Pajarillos. Después de cuatro años con las puertas abiertas, y con una reputación de tapeo ganada en el barrio, el propietario de 'La bodeguita de Jorge' lo ha tenido claro para intentar, al menos, contener la situación que provocará en su negocio la orden de la Junta de cerrar los establecimientos de hostelería en Castilla y León desde hoy y durante 14 días. “Aunque ya hacíamos comidas, ahora nos centraremos en productos para llevar, es lo que hay. Sobre todo los fines de semana. Y esperemos que no sea más, porque la gente tiene el temor de que sea un mes. Y eso ya sería...”, augura preocupado.
Al igual que Alonso, así han afrontado muchos locales del sector en la Comunidad esta primera jornada de cierra. Allí donde directamente se han visto obligados a bajar totalmente la persiana, la incertidumbre, tristeza e indignación ha inundado las calles, en imágenes que recuerdan a los meses de marzo, abril y mayo. En España y en Castilla y León cerrar los bares y restaurantes equivale prácticamente a eso, a un confinamiento encubierto. Si se suman centros deportivos y espacios comerciales, además del toque de queda de las 22 horas, el escenario es de película de terror. Pero el virus sigue ahí, en la calle.
Raciones de callos, morros, sardinas y sobre todo oreja rebozada, plato estrella de la casa y por el que Pajarillos conoce a este hostelero. “Lo llevo haciendo cuatro años y ahora lo haré para llevar porque es lo único que me queda estos próximos días”, comenta Alonso a Ical, quien asegura que la sensación del sector es de “total enfado”, con un cierre que de momento “no ve ayudas” mientras “se sigue pagando impuestos, rentas del local y luz, entre otros”.
Son muchos los negocios que a lo largo y ancho de Castilla y León han optado por innovar para no bajar del todo la trapa. En la capital vallisoletana también lo ha hecho la histórica Chocolatería Erchús, que ha decidido elaborar desayunos y meriendas para llevar a domicilio, únicamente los sábados y domingos, de 8 a 11 y de 17 a 19 horas, previa petición por teléfono o whatsapp.
Sectores como el hostelero ya han salido hoy a la calle en las principales ciudades de la Comunidad para protestar por este cierre y sobre todo para alzar la voz y dejar claro que no son los culpables de la alta incidencia que el virus tiene en la Comunidad en esta segunda ola. Recuerdan, como Jorge Alonso, que han adoptado las medidas que se les ha pedido hasta ahora y que son entornos seguros.