Las monjas de Belorado aseguran sufrir "acoso periodístico" de madrugada y se plantean contratar servicios de seguridad privada
Denuncian su “imposibilidad” de hacer frente al pago de productos básicos debido a que el arzobispo tutela sus cuentas
13 junio, 2024 22:20Noticias relacionadas
Las monjas clarisas del monasterio de Santa Clara de Belorado (Burgos) aseguraron hoy a través de un comunicado publicado en su cuenta de Instagram que sufren un “acoso periodístico” de madrugada, así como lanzamiento de petardos y botes de humo al monasterio. Por ello, se plantean contratar servicios de seguridad privada, para lo cual piden la colaboración económica o en especie de la ciudadanía.
En el escrito denuncian el “revuelo mediático” de los últimos días y afirman que esto “parece haber creado un todo vale contra las monjas”. Aseguran así que han sufrido lanzamiento de petardos y botes de humo al monasterio de madrugada, gritos e incluso intrusiones en el perímetro de la clausura. Esto último también de madrugada. Señalan también que sufren el “acoso periodístico” de los medios de comunicación, “,a todo aquel que entra o sale del monasterio”.
Por ello se plantean la “contratación de servicios de seguridad privada, para garantizar en lo posible si integridad física y la conservación del patrimonio”.
En el escrito indican también que hace días que no pueden acceder a varias de sus cuentan bancarias “dado que don Mario ha tomado el control de las mismas , bloqueando de esta forma el acceso al fruto de nuestro trabajo diario”. Así lo aseguran, en referencia al arzobispo de Burgos y Comisario Pontificio, Mario Iceta.
“No podemos entender que una declaración pública y expresa de abandono de la Iglesia conciliar no tenga el efecto inmediato de nuestra exclusión del ámbito de aplicación del Código de Derecho Canónico”.
“La prudencia no parece haber regido el obrar de las entidades bancarias, que parece haberse guiado más por la confusión mediática que por la lógica y la legalidad vigente”, señalan, a la vez que acusan a Iceta de “haber tenido mucho cuidado al elegir las cuentas”. “Aquellas desde las que se tienen que realizar los pagos periódicos para zanjar las obras del monasterio de Orduña, no parecen ser de su interés”, indican.
Las monjas afirman así que está situación les imposibilita comprar desde “productos básicos para mantenerse”, como el alimento y los materiales de cuidado de las hermanas mayores, hasta la materia prima para la elaboración de sus productos de chocolate, “alimento para los animales de nuestra granja doméstica”, o el pago de nóminas y demás pagos “para mantener a flote el monasterio”.
“Don Mario pretende que le solicitemos a él nuestro dinero, lo que supondría, de facto, el reconocimiento de la legitimidad de la usurpación”, dice, a la vez que señalan que sus empleados “se están viendo impelidos a ir al obispado de Burgos, a reclamar lo que por derecho les pertenece”.