Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos: "Quiero que el Gobierno nos ayude a ser una ciudad central que sea potencia para toda España”
"Burgos quiere ser la primera que empuje para que ciudades medias tengamos mayor pujanza"| "Los operadores ferroviarios Iryo y Ouigo tienen mucho interés en estar en Burgos cuando haya línea hasta el País Vasco" | A Óscar Puente: "Necesitamos que se dé toda la prisa posible, pues nosotros tendremos alternativa porque tenemos un tejido industrial brutal"
13 febrero, 2024 07:00"Non intret affectus, non egrediatur secretum" -las emociones no entran, los secretos no salen-, es el lema que preside la puerta para acceder a la zona que precede al despacho de Alcaldía del Ayuntamiento de Burgos, que desde junio de 2023 ocupa por primera vez una mujer, la popular Cristina Ayala, con el apoyo de Vox. Tras la puerta, la actividad es frenética, y el día promete una agenda repleta de reuniones, firmas de convenios, ruedas de prensa... Nos recibe en la puerta de Sala de los Jueces y nos explica con orgullo los símbolos que adornan esta noble estancia del neoclásico palacio municipal, donde no faltan un busto del Cid, el escudo de Burgos y un relieve del legendario Fernán González, cuya figura pervive en nuestra memoria gracias a los cantares de gesta.
Nacida en 1972, abogada de profesión y política de dilatada trayectoria en los órganos de representación local, regional y nacional, Cristina Ayala se ha marcado un ambicioso objetivo: dar un vuelco a su querida Burgos, al más puro estilo de Málaga, y ponerla, literalmente, en el mapa, para lo que nos confiesa tiene un plan. La alcaldesa es una enamorada de la ciudad del Cid, y eso se le nota en cada palabra que pronuncia en esta entrevista. Domina el lenguaje empresarial y explica su proyecto de ciudad en términos de "win-win" -ganemos todos-. Cree firmemente en las posibilidades de una ciudad y una provincia por las que siempre han discurrido las comunicaciones entre Madrid y el País Vasco, y que hoy es la sexta potencia industrial de España. Solo necesita un pequeño empujoncito, el que le pide abiertamente a la Junta y, especialmente, al Gobierno de España, que por el momento se le está resistiendo.
-Cristina Ayala es la primera alcaldesa de Burgos. ¿Deberíamos ir normalizando ya que cada vez más mujeres alcaldesas de capitales en España?
-Yo creo que sí, que efectivamente la mujer ya ha llegado a todos los sitios donde quiera llegar. Ese es el mensaje que hay que lanzar, un mensaje importante para las niñas que a lo mejor pensaban que no podían llegar a determinados puestos y ahora, al ver el referente, pues dicen: ¿por qué no puedo ser yo la alcaldesa de la ciudad si quiero serlo? Cuando entras por la puerta del ayuntamiento y subes las escaleras que nos traen aquí, hay una lista enorme de alcaldes y la primera mujer soy yo. Así que muy orgullosa de que eso sea así, de normalizarlo, y de que acabe por no ser noticia, sino absolutamente normal.
-He leído en alguna entrevista que usted practica un feminismo colaborador e igualitario. ¿Es una convencida de la igualdad entre hombres y mujeres?
-Es que yo me pregunto si hay alguien que no está convencido hoy de la igualdad entre hombres y mujeres. ¿Hay alguien de verdad que hoy piense que hombres y mujeres no tenemos que tener igualdad de oportunidades? Porque yo siempre digo que no cuestión de ser iguales, porque somos distintos, sino de colaborar y no enfrentarnos entre nosotros. Lo que no puede ser es haber pasado de tener la referencia masculina que era la que guiaba por donde podía ir la mujer hasta hace muy pocos años en España, a tener la referencia de lo que unas señoras dicen que tenemos que hacer o tenemos que pensar, a eso me niego. Tiene que haber igualdad de oportunidades para que cada uno nos desarrollemos en lo que mejor sabemos hacer y colaborando, porque el mundo es de todos, de hombres y de mujeres.
Las infraestructuras que necesitamos no son el capricho de la alcaldesa, sino la de la Burgos para ser una ciudad media
-Esta legislatura es además especial por otro motivo: Burgos ha inaugurado un pacto de PP con VOX que, replica, de alguna forma, el que ya se había sellado de forma pionera la comunidad autónoma de Castilla y León. ¿Cómo marcha ese acuerdo? ¿Está siendo productivo, goza de buena salud?
-Bien, cuando fueron las elecciones del día 28 de mayo, hicimos es hacer una lectura de lo que implicaban esos resultados. Y lo que a nosotros nos pareció leer claramente en esas cifras que arrojaban las urnas es que lo que los burgaleses querían un pacto de derecha en la ciudad, porque los números daban hasta 15 representantes, siendo la mayoría absoluta 14. Y yo creo que ambos equipos, tanto el equipo del PP como el equipo de VOX han entendido que tenemos que trabajar para que la ciudad avance. No dedicamos todos los días a ver cuáles son nuestras diferencias, sino los puntos en los que coincidimos para que Burgos avance. Y con eso, pues es más fácil trabajar. Y garantiza una estabilidad que la ciudad necesita. La entrada de grupos políticos más pequeños en la política en general española ha acarreado inestabilidades crecientes que han sido muy malas. Y concebir ese pacto con el único objetivo de que nuestra ciudad mejora mejore, es la única forma de concebirlo para no estar en discusiones bizantinas sobre cosas en las que nunca nos vamos a entender.
-La fuerza de los partidos mayoritarios en Burgos está muy igualada: el PSOE tiene 12 concejales, el Partido Popular 11, pero en las últimas legislaturas siempre es un partido minoritario el que decanta el gobierno a un lado o a otro. ¿Cree que en próximas elecciones se volverá al bipartidismo?
-Yo espero que así sea, porque la entrada de muchos partidos no ha sido positiva para el país, en general, y hablo de todas las administraciones públicas. Porque creo que es mucho más honesto que si los electores creen que un partido no ha funcionado, hay una alternativa. Si no, al final estamos pendientes de determinados asuntos que no deberían formar parte del día a día de la agenda de gobierno, y a nivel nacional de ciertos favoritismos que nada tienen que ver con el bienestar de la población. Y yo, la verdad, espero que efectivamente los ciudadanos se den cuenta de que el bipartidismo teniendo sus fallos, aporta mucha más estabilidad a los gobiernos que el multipartidismo.
-Usted además habla desde la perspectiva que da una experiencia política muy amplia. Ha sido senadora durante tres legislaturas, procuradora en las Cortes de Castilla y León, concejala del ayuntamiento de Burgos y diputada provincial. ¿Cómo ve el panorama nacional y lo que está ocurriendo en el Congreso, fruto de una fragmentación de récord del arco parlamentario?
-Lo veo terrible. Creo que es muy perjudicial para la estabilidad del país, en un decreciente apoyo al nacionalismo separatista, que ese separatismo que quiere que España no sea una nación de 17 comunidades autónomas más dos ciudades autonómicas, haya logrado la ruptura de la igualdad de los españoles, que es una parte fundamental de ese pacto que nos dimos entre todos en la Transición. De hecho, ahora con la sequía en Cataluña, se está viendo que los primeros que acuden a la solidaridad entre españoles son los catalanes. Porque en un momento en el que hay que llevar barcos desde Valencia a Cataluña, donde la situación es crítica, la solidaridad entre españoles está ahí, y no podemos entender que no sea de ida y de vuelta.
Burgos quiere ser la primera que empuje para que ciudades medias tengamos mayor pujanza
Por dónde está pasando el gobierno nacional, Pedro Sánchez, para seguir en la Moncloa es una vergüenza para todos los españoles. Que estén dispuestos a que un golpista fugado como Puigdemont sea quien dicte las leyes y que estén dispuestos a tragar -que es la expresión más coloquial, quizás más brutal, pero la más se ajusta a la realidad- con todo lo que pida, incluso pasando por encima de los jueces en España, me deja absolutamente atónita, además de enfadada. Porque quienes siempre perdemos somos lo que no somos Cataluña y País Vasco. O sea, supone para la igualdad entre españoles y para la igualdad antes de la ley que precisamente sean los poderosos los que eviten que, o sea, los que no se sometan a la ley porque son necesarios para la estabilidad del gobierno. No entiendo cómo las personas que creen en un PSOE que ha sido parte del crecimiento, sin duda ninguna, y del progreso de España no se levantan y dicen “hasta aquí, ya no podemos aguantar más” y que se sometan en silencio a lo que está haciendo Sánchez. Ojalá no fuera así, pero lamentablemente no parece que vaya a cambiar.
-¿Creo que habría llegado el momento de reformar la ley electoral?
-Sin duda. Nuestro gran talón de Aquiles, y esto es una afirmación absolutamente personal, que la he reflexionado mucho, se llama Ley D’Hont. Desde mi punto de vista, en el Congreso deberían estar representados los partidos que representan y que se presentan en todas las circunscripciones de España, y al Senado debería ir el resto. Eso conllevaría también una reforma constitucional de lo que significa el Senado para que, efectivamente, asuma ese papel de cámara territorial que le otorga la Constitución, pero que no ha acabado de desarrollarse, como ocurre en Alemania. De esta forma, en el momento en que no tenemos mayorías absolutas, la igualdad entre españoles salte por los aires y Castilla y León es una comunidad autónoma especialmente perjudicada por esa cuestión. Y los favorecidos son claramente el País Vasco y Cataluña. O una segunda vuelta…
En el Congreso deberían estar representados los partidos que representan y que se presentan en todas las circunscripciones de España, y al Senado debería ir el resto
-Solo tienen que ponerse de acuerdo el PP y el PSOE…
-Sí, me parece mucho más razonable, como en Francia, con una segunda vuelta no tenemos que depender de siete personas que representan a dos millones de personas de toda España, respecto a los 47 millones que somos, me parecería mucho más razonable. Defienda su programa electoral a lo largo de su legislatura. Y si cuatro años después, no la ha hecho bien, no pasa nada. Los ciudadanos sabiamente con su voto decidirán alternar con otro partido que lo haga mejor. Creo que ese sería un camino que deberíamos transitar porque, insisto, eh, la solución actual, lo que pasó el otro día con la ley de la amnistía, veremos cómo hay que forzar la maquinaria constitucional. Estamos todo el día pisando líneas rojas, y es muy desesperante para los que creemos que la Constitución es un marco adecuado que seguro debería sufrir modificaciones centrándonos en la espina dorsal de nuestro sistema.
-Nos puede parecer que el Congreso queda un poco lejos de Burgos, pero a Burgos también le afectan los Presupuestos Generales del Estado, los de la CC. AA.… esto es una cadena. ¿Cómo se las está arreglando Burgos para sacar adelante los proyectos para esta legislatura?
-Hay muchas cosas que tenemos a medias con otras administraciones públicas, de las cuales necesitamos el apoyo, porque nosotros tenemos unas competencias y un presupuesto determinado, 236 millones de euros. Pero es evidente que las grandes infraestructuras no podemos abarcarlas. Para eso pedimos la colaboración de otras administraciones, independientemente de su color político. Yo trato de ser tan exigente con la Junta de Castilla y León como con el Gobierno de España, lo que pasa ocurre es que la Junta me hace caso, pero con el gobierno central les escribo cartas y, salvo el ministro de Cultura, el resto no me contesta. Me encantaría que el PSOE de Burgos hiciera algún esfuerzo para que nos escuchen en Madrid, porque yo lo que quiero contar al gobierno, y fundamentalmente a Óscar Puente, que las infraestructuras que nosotros necesitamos no son el capricho de la alcaldesa, son necesidades de la ciudad para ser una ciudad media, como es Burgos. Nosotros no aspiramos a ser Madrid, pero como ciudad media podemos aportar mucho al proyecto de Castilla y León y al proyecto de España. Y para eso, necesitamos estar en las mejores condiciones posibles. Infraestructuras que den respuesta a lo que están pidiendo los empresarios en Burgos, relativo por ejemplo al tren directo relativo, al tema del hidrógeno, que para nosotros es una asignatura de medio plazo a futuro que también nos importa mucho. Al parque tecnológico, que es competencia de la Junta de Castilla y León, infraestructuras sanitarias. En definitiva, lo que necesitamos es contar con todas las administraciones, y lo que pretendo es decirles “me gustaría que vinierais aquí”. Con la Junta lo tengo más fácil por mi vida política pasada, pero me es más difícil contactar con el gobierno central.
En Fitur me acerqué a hablar con Iryo y con Ouigo, porque tenemos mucho interés en que esa liberalización del transporte llegue también a Burgos
Por ejemplo, en Fitur yo me acerqué a hablar con Iryo y con Ouigo, porque tenemos mucho interés en que esa liberalización del transporte llegue también a Burgos. Ambos nos decían que, mientras no exista línea hasta el País Vasco, hoy somos fondo de saco, y que en el momento en que esta línea está funcionando, obviamente Iryo como Ouigo tendrán mucho interés en estar en Burgos. En países como Italia, que para mí es un modelo de lo que se está avanzando en la liberalización, el ferrocarril se ha convertido en un medio barato y eficaz. Estamos transitando ese camino, pero le decimos al ministro que necesitamos que se dé toda la prisa posible, pues nosotros tendremos alternativa porque tenemos un tejido industrial brutal. Tenemos una suerte inmensa, nuestro ADN pilota o pivota entre lo industrial y lo patrimonial y lo cultural. Y por tanto, las infraestructuras de tren, tanto en mercancías como en pasajeros, para nosotros es una prioridad. Estamos deseando que Óscar Puente nos llame. Él ya ha puesto 2025 como fecha pero es un tema que va más despacio de lo que nos gustaría.
-¿Está dando más prioridad a otras infraestructuras en otras zonas de España, como en Cataluña con Rodalíes, a los que ha prometido 101 nuevos trenes?
-Efectivamente, esto va derivado de que no somos prioridad. Y yo me pongo en los pantalones de Óscar Puente y pienso que si lo que quiero es vertebrar el país, aquí tenemos una zona que es un punto geográfico clave en España, es el paso a Europa. Lo estudiábamos de pequeños: de Madrid a Irún, por Burgos, la Nacional 1. Lo mismo que eso siempre fue así y que lo tenemos todos muy interiorizado, cómo es posible que la línea de tren, hoy en el siglo XXI, no haya sido una de las prioritarias, cuando efectivamente aquí se mueve en todo este polo Valladolid, Palencia, Burgos y País Vasco, un flujo de mercancías que es neurálgico para la prosperidad de todo el país. Me sorprende mucho que el PNV no haya empujado más para esta conexión, si lo hubiera hecho hubiera sido antes que la de Sevilla, pero les ha costado mucho entender que era básica para el enlace con Europa y para su propio progreso.
Somos la sexta provincia en PIB de toda España
Burgos quiere ser la primera que empuje para que ciudades medias tengamos mayor pujanza y no nos pase eso que nos está pasando de la doble despoblación: desde el pueblito a la capital, y la atracción de talento desde Madrid, donde se nos acaba yendo mucha gente.
Por tanto, ¿qué es lo que lo quiero proponer yo al gobierno central? Tenemos las mejores cualidades para retener población porque tenemos industria, calidad de vida, tenemos patrimonio. Pues ayúdame para que me pueda estabilizar más aún como ciudad media española. Y yo quiero dejarme de politiqueos y de frases extemporáneas que no ayudan a nada y centrarme en win-win, ganemos todos, ayúdame a ser una ciudad central que sea una potencia para toda España. Tenemos las cualidades, somos la sexta provincia en PIB de toda España, esa es la medida de nuestro tejido industrial, solo después de Madrid, Barcelona y las tres vascas. Hace un par de semanas hemos estado en Málaga, conociendo el ecosistema que tienen de turismo, de innovación y turismo, e innovación y cultura. Pero nosotros a Málaga en lo industrial, le damos doscientas mil vueltas. En definitiva, quiero plantearle al Gobierno nuestra colaboración en términos de win-win, para distribuir riqueza en focos en distintas ciudades medias que tengan ese talento.
-¿A nivel municipal, qué grandes proyectos tiene el Ayuntamiento para estos cuatro años?
-Tenemos muchos para empezar. Para empezar, rescatar todos los proyectos que en la anterior legislatura no es que no se terminaran, es que ni siquiera se empezaron, nos han quedado las de septiembre de la legislatura anterior. Eran proyectos de ciudad que son importantes, como el mercado norte que se quedó absolutamente parado, o como el centro cívico de Fuentecillas, el polideportivo en el barrio de San Pedro y San Felices, el parque Félix, proyectos que ya venían de legislaturas anteriores y que el PSOE ya los heredó pero que no ha sido capaz de hacerlos realidad y que tenemos que abordar. Se han pasado cuatro años en blanco, el ejemplo claro es que en la liquidación del presupuesto, hablando con el interventor, me encuentro con que tenemos 90 millones de euros en la caja. Es decir, que por no ser capaces, no han sido capaces ni de gastar, que ya tiene delito. Hay un montón de cosas que hay que hacer, pero insisto, 90 millones, lo cual es estupendo porque nos va a permitir afrontar muchas cosas.
Tenemos que afrontar también el tema de los consorcios. El consorcio del ferrocarril y el consorcio de Villalonquéjar, que por cuestiones internas de que antes formaban parte de esos consorcios distintas entidades y ahora nos vamos a quedar solos, tenemos reenfocarlo. Eso significa una deuda de en torno a 190 millones de euros.
Otra de las asignaturas que tenemos que abordar, y que para nosotros es un proyecto muy ilusionante, es Expoburgos. Es increíble que en Burgos no tengamos un recinto ferial como tienen nuestros competidores -porque en realidad hay que plantearse todas estas cosas en términos de competidores y colaboradores- como tiene Valladolid, Bilbao o Vitoria. Es un proyecto grande a medio plazo en el que tenemos mucha puesta mucha ilusión porque nos parece que con esa mezcla sea ADN cultural, industrial y turístico podemos hacer distintas cosas muy necesarias para la ciudad, como un concierto, o donde nuestras empresas e industrias puedan tener ferias.
Para mí un proyecto fundamental es Promueve, que ha sido un enorme fracaso. Tenemos 25 personas empleadas en Promueve, en Promálaga, por poner un ejemplo, tienen 26 y Promueve no se le conoce actividad mientras Promálaga es un verdadero cañón. Hay que red dimensionar, hay que hacer las cosas mejor. Ya estamos en ese proceso de renovación, porque Promueve tiene que ser como empresa instrumental de la ciudad esa herramienta ejecutiva para poder ejecutar gran parte de ese plan estratégico de ciudad. Y es que lo primero que nosotros nos estamos planteando un plan estratégico de ciudad. Esto no consiste en lo que mi equipo somos capaces de hacer en estos cuatro años, sino en tener una hoja de ruta a medio plazo de la ciudad. Y en ese plan Promueve va a tener un papel absolutamente esencial.
Además, estamos trabajando en comunicar mejor, queremos dar un impulso a la comunicación, porque creemos que la potencia que tenemos como ciudad no se ve reflejada. Para muchos españoles, Burgos es una ciudad de paso. Y nosotros tenemos que intentar que no sea así, insistiendo en esos dos ejes, industrial y cultura y patrimonio. Creo que tenemos mucho que contarles a los españoles de lo que es Burgos para que conozcan su dimensión. Tenemos un fórum en el centro de la ciudad, cuando en otras ciudades han tenido que sacarlo fuera. También estamos trabajando también en hacer un centro de interpretación de la figura del Cid, en hacer un centro enológico y gastronómico, porque tenemos un potencial de primera división, y además tenemos Ribera del Duero. Vamos a juntar esas dos cosas y a tratar de que efectivamente eso nos genere un tráfico exterior. Queremos centrar la oferta para que se sepa bien qué es lo que ofrece la ciudad, que no es sólo la Catedral. Tenemos tres patrimonios de la humanidad. Solo Córdoba tiene un patrimonio de la humanidad más que Burgos. Es decir, tres patrimonios de la humanidad, una riqueza gastronómica espectacular, una calidad de vida tremenda, una posibilidad de empleo muy alta, porque siempre estamos entre las cinco provincias que menos desempleo tienen. Teniendo todos esos factores, tenemos que ser capaces de poner todo eso en un paquete, ponerle un lacito para comunicar mejor lo que es Burgos.
Y finalmente están las cosas domésticas, que yo llamo el desarrollo urbano: el polideportivo de acá, la infraestructura de allá, la mejora del pavimento, de la limpieza, las entradas a la ciudad, en las que también queremos intervenir.
Y el último bloque que nosotros hablamos ayuntamiento facilitador. El ayuntamiento es una máquina enorme e ineficiente, y estamos trabajando en saber y en diagnosticar bien qué es lo que queremos hacer para mejorar el servicio que se presta el ciudadano. Tenemos un enorme problema de personal, nos hemos encontrado con que una de cada tres plazas no estaba cubierta cuando hemos llegado. Y eso comporta que hay rotos constantemente tenemos que estar como el de los platillos, y que tenemos que solucionar a medio plazo para que el ayuntamiento funcione mejor y sea más facilitador para el ciudadano.
-Me parece fundamental ese plan estratégico de ciudad es fundamental tener muy claro dónde se quiere llegar y los pasos a seguir.
-Nos pareció desde el principio que Burgos carecía de ese plan estratégico y que no podíamos fijarnos en cuáles eran los objetivos a cuatro años de ciudad. Recuerdo en campaña, cuando vino Cuca Gamarra a mi presentación como candidata, nosotros dijimos que queríamos ser la Málaga del norte, no porque queramos copiar a Málaga, porque nosotros tenemos recursos diferentes, tenemos un potencial industrial que Málaga no tiene no, pero Málaga sí ha tenido ese proyecto de ciudad. Paco de la Torre ha tenido muy claro donde iba y ha tenido una hoja de ruta que ha seguido. Y la innovación es clave. Y ahí es donde Málaga ha ganado por goleada. Hace 20 años Málaga estaba peleando con Sevilla por la capitalidad, ahora están en lo más alto. Ahí es donde se ejemplifica lo importante es que un político tenga visión de futuro y que vea su ciudad en el medio plazo, no en el corto plazo de los cuatro años de legislatura que se acaban tan pronto.