Alfonso Ortega es, a sus 40 años, un hombre famoso. El abulense de nacimiento fue humorista, pero ahora es nacionalmente conocido por sus vídeos en los que recorre bares, fundamentalmente de barrio, para habla de sus elaboraciones prestando una especial atención a la comida tradicional. A esos manjares en forma de oreja, o patatas bravas, sin olvidarnos, ni mucho menos, de un buen cocido.

Nuestro entrevistado comenzó siendo humorista, pero ahora, como él mismo se declara, es cocituber e influencer. Los vídeos que sube a sus redes sociales de Tik Tok e Instagram se convierten en virales y llegan a un montón de gente. Sobre todo, por su simplicidad y por el hecho de hablar claro. Quizás una de las claves de la vida. Eso le ha hecho sumar miles y miles de seguidores y provoca que, como nos cuenta en esta conversación con EL ESPAÑOL de Castilla y León, que le “paren por la calle”.

Después de ser humorista y antes de comenzar con los vídeos, Alfonso tuvo graves problemas con el alcohol de los que, por suerte, logró salir. Ahora es un hombre feliz y la experiencia recorriendo bares para elaborar sus producciones audiovisuales han hecho que él mismo se haya lanzado a la aventura de abrir, ni más ni menos, que cuatro bares.

De humorista a grabar vídeos gastronómicos

“Me considero un tío normal que nació en Ávila y que pasó su infancia allí. Con 18-20 años me vine a Madrid para montar una empresa, pero, la llegada de la crisis del año 2008 lo fastidió todo. Por ello, me metí a monologuista y comencé en el mundo del humor”, asegura nuestro entrevistado.

Allí, durante esos primeros años, vivía en un piso con su hermano. Fue hace apenas dos años y medio cuando su vida cambio por completo y comenzó a grabar vídeos degustando los manjares, sobre todo, de los bares y establecimientos hosteleros de barrio. Recuerda con cariño y nostalgia el vídeo que subió a Tik Tok en ‘La Casa de los Minutejos’ que tuvo “millones de visualizaciones”.

La cuenta de Instagram de Alfonso Ortega

“Empezaba recomendando los sitios de barrio, en el barrio de Carabanchel y demás. Comencé a grabar muchísimo. 10-12 bares a la semana. Ahora paso por más, todo hay que decirlo. A los dos o tres meses dejé el trabajo como humorista porque ganaba más dinero con Tik Tok. Todo el mundo me para por la calle”, confiesa.

Vídeos con mucha historia. La vida de un bar o un restaurante y todos sus encantos gastronómicos. Eso es lo que el abulense cuenta en sus vídeos.

Un ‘influencer’ “profesional”

El abulense de define como “un ‘influencer’ profesional”. Asegura, además, y esto no es motivo de broma, que “fue alcohólico”. Cuando comenzó con la grabación de los vídeos “dejó de beber” tras la pandemia. Su nueva profesión, por tanto, podríamos decir que fue terapéutica. Y nosotros nos alegramos por ello.

“En dos años y medio soy el tío que más bares se ha recorrido. Ni más ni menos que 970. Eso sí, sin beber ni una gota de alcohol tras mi rehabilitación. Me siento muy orgulloso de haberlo dejado. También de que la gente vea mis vídeos, se divierta, y le sirvan para decidir”, apunta nuestro protagonista.

Lo de cocituber viene de cuando se hizo un canal de cocina que lleva ese nombre y que fue el germen de todo. Ahora, entre Instagram, Youtube, Facebook y Tik Tok cuenta con cerca de 700.000 seguidores. Y subiendo.

Un amante del cocido y cuatro bares

“Soy muy tradicional a la hora de hablar de comida. Reivindico el cocido madrileño y los platos de cuchara. No me voy a lo pijo. Soy de tirar de clásicos porque creo que debemos valorar lo bueno y lo tradicional. Ensalzar lo que es nuestro de toda la vida”, señala Alfonso Ortega.

El cocituber e influencer gastronómico, Alfonso Ortega Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

El hecho de se influencer es “duro”. Nuestro protagonista señala que “no come en casa”. Hace 14 comidas semanales y ya. “Es un trabajo que está poco valorado”, sentencia. Además, y, por si fuera poco, se ha lanzado a la aventura de ser un profesional hostelero abriendo sus propios negocios.

En un año, el pasado 2023, ha abierto un total de cuatro bares, dos en el barrio de Vallecas, uno en Alcorcón y otro en Fuenlabrada. Pese a que asegura que “necesita descansar”, al abulense le va la marcha y promete seguir triunfando con unos vídeos que no dejan indiferente a nadie.