Este es el mejor restaurante de Castilla y León: lista con todos los galardonados de unos premios para chuparse los dedos
Se han dado los premios también de mejor cocinero, mejor bodega y la mención especial a Paco, de la Criolla, en Valladolid
13 febrero, 2024 10:39La Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía ha dado a conocer sus máximos galardones de los Premios Castilla y León de Gastronomía en una novena edición cuya entrega de los galardones va a tener lugar el 26 de febrero en el recién inaugurado Espacio Santa Clara de Soria, que pasa por ser un moderno centro cultural resultado de la rehabilitación de un antiguo convento del siglo XIII del barrio de El Calaverón.
Ese día de la entrega de premios se van a dar cita en el lugar representantes del mundo cultural, con la gastronomía a la cabeza. El jurado profesional que ha elegido a los galardonados ha estado compuesto por profesionales del ámbito de la gastronomía y la comunicación además de académicos pertenecientes a la Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía de las diferentes provincias.
En esta octava edición de los Premios Castilla y León de Gastronomía los galardonados han sido:
Mejor restaurante: En la Parra (Salamanca)
El mejor restaurante de Castilla y León en 2024 es el salmantino En La Parra. Situado frente al Convento de San Esteban, ha vivido una gran transformación después de conquistar su primera Estrella Michelin en 2020 y un sol Repsol en 2021. Ahora cuenta con dos comedores de diseño moderno y confortable y una cocina abierta, dando la oportunidad a los comensales vivir una experiencia inmersiva de la mano de la chef Rocío Parra y su esposo, Alberto Rodríguez, encargado de la sala. Con 9 años de historia, la propuesta culinaria de Rocío se centra en la cocina local actualizada de manera creativa, manteniendo la tradición como referente y dando gran protagonismo a las elaboraciones con ibéricos. Los menús degustación, Pizarra y Granito, rinden homenaje a la tierra de los viñedos salmantinos, ofreciendo platos contemporáneos que resaltan las materias primas locales.
Mejor cocinero: José Ignacio Castrodeza del Restaurante Villa Paramesa, Valladolid
José Ignacio Castrodeza ha sido elegido Mejor Cocinero por su brillante trayectoria al frente del restaurante Villa Paramesa de Valladolid. El negocio familiar, que comenzó como una modesta taberna en Villanubla, ha evolucionado hasta convertirse en un elegante y amplio restaurante referente en la capital castellana. José Ignacio gestiona la cocina de la mano de sus hermanos, que se sitúan al frente de la bodega, la sala y la gestión. José Ignacio, que se define a sí mismo como "cocinero" más que "chef", busca sorprender con una base clásica, presentando platos innovadores. La carta refleja una adaptación y renovación de la tradición, mantiene la calidad como prioridad y destaca la diversidad de productos de Castilla y León. Villa Paramesa cuenta con dos comedores contemporáneos y una cocina abierta, permitiendo a los clientes presenciar en vivo los procesos creativos. El restaurante Villa Paramesa es un espacio en constante evolución que, manteniendo su identidad, se adapta a las preferencias de su leal clientela.
Mejor servicio de sala: Javier Iruela del Restaurante Baluarte (Soria)
El premio al mejor servicio de sala ha recaído en Javier Iruela, del afamado restaurante Baluarte de Soria, con una estrella Michelin y dos Soles Repsol. Este jienense, que viajó a la ciudad con sus padres en 1980 y ya se quedó, lleva desde 2018 al frente de este restaurante atendiendo a sus clientes con amabilidad, pasión y sensibilidad. El servicio de sala se caracteriza por el buen hacer de Javier, dirigiéndose a sus comensales con cercanía y naturalidad, “el espíritu que tienen todos los sorianos”. Una carta de vinos que acompaña a la propuesta culinaria del chef Óscar García en la que el protagonista es el producto de proximidad, y que se centra en referencias de Castilla y León, pero especialmente de Soria. Evitando ser demasiado técnicos, se centran en la historia que hay detrás de las bodegas, para aconsejar y entusiasmar a los comensales que se acercan a Baluarte. Javier Iruela y Óscar García ya trabajaron juntos en el Hotel Alvarogonzález de Vinuesa, en la provincia de Soria, donde compartieron su pasión sobre la cocina y los vinos.
Mejor bodega: Gondonzello de Gordoncillo (León)
Los miembros de la Academia de Gastronomía de Castilla y León han designado como Mejor Bodega a la leonesa Gordonzello. Ubicada en la pintoresca población de Gordoncillo y dentro de la Denominación de Origen León, es el hogar de viñedos de las variedades autóctonas Prieto Picudo y Albarín blanco donde la singularidad del terruño y el microclima les permiten desarrollarse en plenitud. El origen de la bodega está en 1995, cuando 101 socios se unieron para revitalizar la viticultura en Gordoncillo. La iniciativa culminó en 1996 con la creación de Gordonzello y en 2002 con la construcción de una moderna bodega. En constante evolución, sus vinos se caracterizan por su fuerza y singularidad. Además, dispone de un proyecto consolidado de enoturismo que ofrece la posibilidad de realizar visitas a la bodega, cuenta con un Museo de más de 100 variedades de uva de todo el mundo, con un Centro de Interpretación de la Viña y el Vino y con una Ruta de la Viña. Gordonzello está en la actualidad posicionada como una de las más prometedoras y modernas bodegas del panorama vitivinícola nacional.
Mejor producto agroalimentario: Socorritos de Cervera de Pisuerga (Palencia)
Los Socorritos de Palencia o “lazos al glas”, como también se conoce a estos exquisitos hojaldres artesanos, tienen una historia que supera los 30 años. Este dulce comienza a elaborarse en un pequeño obrador de la familia de Socorro, vecina del pueblo de Cervera de Pisuerga, en Palencia. Raquel, una de las hijas de la familia, que ingresa como monja en el convento cisterciense de Nuestra Señora de la Asunción de San Andrés del Arroyo, decide llevar consigo todo el material necesario para continuar con la elaboración del dulce, con lo que comienza a enseñar al resto de las Hermanas el secreto de su elaboración. Pasado unos años, decide abandonar el convento y volver a su antigua vida en Cervera. Es en este momento cuando surge la idea entre la familia de crear una pequeña fábrica dedicada a la venta del dulce. El nombre de Socorritos debe honor a Socorro, madre de Raquel. Elaborados con harina de trigo, huevos, mantequilla, azúcar glas y sal, tienen forma de pajarita y son muy delicados al paladar pues su hojaldre de mantequilla se deshace en finísimas capas. Van envueltos en una fina sábana de azúcar glas que les da su aspecto característico.
Mejor industria agroalimentaria: Arotz Food (Soria)
Arotz Foods es una industria agroalimentaria que destaca por su labor de implantación de la trufa de Soria. Ubicada en la localidad de Navaleno, la empresa cuenta con la mayor plantación de trufas del mundo, abarcando más de 600 hectáreas. Fundada en 1960, Arotz se distingue por su tradición en la fabricación de productos silvestres, destacando en trufas, setas, hongos, frutas del bosque… en diversas presentaciones. Pioneros en el cultivo natural de la trufa desde 1971, exportan a mercados como Europa, Suiza, Estados Unidos y Asia, AROTZ ha forjado su liderazgo en España. El proceso de "caza de la trufa" comienza el 1 de diciembre con perros especialmente adiestrados. Las trufas se transportan a sus Para más información: Violeta Alonso - valonso@feelanstaste.com – 630567948 instalaciones, donde se clasifican minuciosamente y se procede al cepillado manual y envasado al vacío para preservar su frescura, aroma y sabor incomparables. Además de trufa fresca, ofrecen trufa ultracongelada o en conserva, manteniendo la calidad, sabor y aroma.
Revelación gastronómica: Carlos Casillas del Restaurante Barro (Ávila)
Carlos Casillas (Navalacruz, Ávila), es el chef, responsable de la parte creativa de Barro, un híbrido entre cocinero y sumiller. La cocina de Carlos Casillas habla del paisaje de Ávila, de sus viñas, riberas y valles, pero también de sus gentes y de esos pequeños productores que cuidan con mimo el entorno en el que viven. También nos habla de incendios, de tradiciones, de un patrimonio agrícola que se está perdiendo y de proyectos nuevos que llegan al territorio para revitalizar los pueblos. Ha sido nominado a Cocinero Revelación en Madrid Fusión 2024 y acaba de recibir una estrella Michelin, siendo el cocinero más joven en conseguirla y el primero en llevarla a Ávila. Formado en el Basque Culinary Center cumplió el sueño de abrir Barro en Ávila el 1 de abril. Lo hizo en el mismo espacio situado junto a la plaza de Santa Teresa, ahora reformado en un espacio rústico e íntimo, en el que tuvo un bar para poner en valor los vinos abulenses de Cebreros y la Sierra de Gredos. Con un equipo jovencísimo a su lado -todos veinteañeros-, el abulense exhibe una cocina creativa más "pulida, compleja y pura" para 12 comensales, bañada por una bodega digna de destacar de más de 1.000 referencias.
Mejor local de vinos: Café Niebla Bar (Salamanca)
En las históricas calles de Salamanca se sitúa Café Bar Niebla, un punto de encuentro para los amantes de los sabores únicos en los que disfrutar de la coctelería de autor y de una música y ambientes muy cuidados. Abrió sus puertas en 1985 y todavía sigue gestionando por uno de sus propietarios, Sergio Bermejo. Actualmente el bar cuenta con un equipo de profesionales formado por 7 bartenders, algunos reconocidos en campeonatos de coctelería a nivel nacional e internacional. Niebla es un refugio para el alma, un lugar donde el tiempo se detiene entre sabores y aromas y de fusión entre la tradición y la innovación. Sergio Bermejo ya es un coctelero de renombre y ha conseguido situar a Salamanca en el mapa de lo más destacado de la coctelería internacional. Ha ganado el concurso Glenfiddich Experimental Serve y ha sido el Campeón Internacional del concurso Tío Pepe Wine, donde su cocktail ‘Paseando por Jerez’, fue elegido el mejor del mundo.
Mejor Restaurante tradicional: Los Palmeros, Frómista (Palencia)
Con más de cinco décadas de historia, Los Palmeros destaca por su cocina tradicional renovada, utilizando los mejores productos de cada temporada. Este restaurante, con raíces que datan del siglo X al XV como un antiguo hospital de peregrinos del Camino de Santiago, se reconvirtió en 1968. La familia Rayón Gómez lo gestiona desde 1978. Desde entonces ha realizado diferentes reformas, pero manteniendo su identidad con el objetivo de mejorar la experiencia gastronómica. Ubicado entre los Picos de Europa y las llanuras de Tierra de Campos, es una parada obligada en las rutas al norte de la península y del Camino de Santiago, acogiendo a viajeros, turistas y peregrinos desde sus inicios. Destaca por trabajar excepcionalmente las mejores materias primas de cercanía, ofreciendo una carta de alta calidad. Bajo la gestión de la familia Rayón-Gómez, el restaurante cuenta con Begoña Gómez como gerente, Álvaro Rayón como jefe de sala y sumiller, y José A. Rayón como jefe de cocina.
Mención especial trayectoria profesional: Francisco Martínez ‘Paco’ de La Criolla (Valladolid)
Este año, la Academia hace una Mención especial por su trayectoria profesional a Francisco Martínez ‘Paco’ de La Criolla, el establecimiento situado en el centro de la capital vallisoletana y que ha sido un referente en la hostelería de la ciudad. En 1983 tomó las riendas de La Criolla, un viejo bar que moría en la zona típica de tapeo. Allí comenzó con tan solo 6 mesas y fue trabajando para ir abriendo los distintos salones. En cada uno de esos salones y rincones, Paco rinde homenaje a distintos personajes ilustres de Valladolid, como los escritores Miguel Delibes y Rosa Chacel, el torero Roberto Domínguez, el músico y folclorista Joaquín Díaz, y las actrices Lola Herrera y Concha Velasco, este último acaba de inaugurarse tras el reciente fallecimiento de la ‘Chica Yeyé’, Un hecho que marcó su trayectoria profesional fue viajar a los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996 como cocinero del Comité Olímpico Español y que le llevaría a serlo también en Sídney en el año 2000, en Atenas en 2004, en Pekín en 2008 y en Londres en 2012. La Criolla ha sido y es uno de los mejores establecimientos de la ciudad de Valladolid y punto de encuentro de empresarios, artistas, políticos y escritores entre otros, por la calidad del producto y su propuesta basada en la cocina tradicional.