Este sábado, 10 de febrero, es un día marcado en rojo en Valladolid y en Castilla y León. La ciudad del Pisuerga se convertirá en el centro de todas las miradas en España al albergar por primera vez en su historia la gala de los Premios Goya, un evento que hasta 2018 solo había tenido lugar en Madrid y Barcelona y que desde hace cinco años ha recorrido ciudades como Sevilla, Valencia y Málaga hasta recalar en esta edición en la capital castellana. La gala, siempre reivindicativa y con un claro cariz progresista, llega a Valladolid en un momento de máxima tensión política en la Comunidad y en España.

La llegada de Vox al Gobierno autonómico, hace ahora dos años, generó una inmediata reacción en la izquierda política, sindical y cultural de la Comunidad que se puso en pie de guerra contra el nuevo Ejecutivo desde que tomó posesión. Especialmente tirante fue desde un inicio la relación de los nuevos consejeros con los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, que llegó a la casi ruptura tras el anuncio por parte del titular de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, de Vox, de la eliminación del 50% de las subvenciones para sindicatos y patronal, más de 20 millones de euros. El intento por parte del consejero de eliminar el Servicio de Relaciones Laborales (Serla), una pretensión que finalmente se limitó a una reducción de su financiación, fue la gota que colmó el vaso y los sindicatos acusaron a Vox de haber acabado con el Diálogo Social en Castilla y León.

CCOO y UGT no quieren dejar pasar la oportunidad de protestar ante esta situación con toda España mirando hacia Valladolid y este sábado han convocado una gran protesta para rechazar "las políticas que la extrema derecha está implantando en la Comunidad". Una cita a la que acudirán los líderes de ambos sindicatos a nivel nacional, Pepe Álvarez y Unai Sordo, el secretario general del Partido Comunista de España (PCE), Enrique Santiago, y a la que se han sumado los principales partidos de izquierda: el PSOE, Podemos e Izquierda Unida. El objetivo de convocar la manifestación este sábado es claro: buscar el mayor impacto mediático ante la celebración de la gala de los Goya y, a su vez, atraerse la solidaridad de algunos de los participantes en el evento en su discursos.

Las reivindicaciones en una comunidad y una ciudad gobernadas por Vox

Los Premios Goya han sido escenario de muchos momentos de reivindicación, desde un punto de vista progresista y de izquierdas, y especialmente histórica fue la gala celebrada el 1 de febrero de 2003 que se convirtió en un acto de rechazo a la participación de España en la Guerra de Irak y al Gobierno de José María Aznar. La alfombra roja se llenó de pegatinas con el lema ¡No a la guerra! y desde el escenario los actores y activistas progresistas Alberto San Juan y Willy Toledo protestaron en su discursos por la situación del país y mostraron camisetas con el mismo lema.

Los sindicatos y las formaciones de izquierdas tienen intención de emular aquella protesta en la gala de este año, aunque en esta ocasión dirigiéndola contra las políticas de "la extrema derecha" y contra la presencia de Vox en los gobiernos autonómicos y municipales, una realidad que se ha extendido en toda España desde los comicios de mayo de 2023. Para ello, han optado por un lugar simbólico, la ciudad más poblada de la comunidad que albergó el primer Ejecutivo de PP y Vox −y que ha sido el laboratorio de experimentación de los de Santiago Abascal− y que, además, cuenta también, desde junio del año pasado, con un Gobierno municipal compartido por ambas formaciones.

Al evento acudirán, además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun −antitaurino declarado que se encontrará en la gala con el consejero Gonzalo Santonja, ferviente defensor de la tauromaquia− y se ha anunciado la presencia del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el vallisoletano Óscar Puente, que fue regidor de la ciudad hasta junio del año pasado y que es conocido por su estilo agresivo y de confrontación con la derecha. Puente, a buen seguro, dejará su huella en una gala que nunca ha casado bien con Vox. De hecho, los de Abascal cargaron contra la última edición, celebrada en Sevilla, asegurando que se había tratado de "un acto de partido" y que se había "blanqueado" a ETA por la presencia del cantante abertzale Fermín Muguruza en el mismo.

Especialmente significativo de esa relación tirante de los Goya con Vox es el hecho de que la aportación de la Junta de Castilla y León al evento, que ha sido de un total de 1,5 millones de euros, ha provenido de la Consejería de la Presidencia, en manos de Luis Miguel González Gago, del PP, y no, como sería lógico, desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, gestionada por Gonzalo Santonja, de Vox, como podría ser lo más lógico.

La gala, además, ha provocado un cisma en el partido de Santiago Abascal que dio una instrucción para que sus cargos no acudiesen al evento que ha sido obedecida a medias. El vicepresidente, Juan García-Gallardo, estará presente, con la intención de ser "altavoz" de los agricultores y también los concejales de Vox y el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, mientras que el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, y los titulares de Industria y Agricultura, Mariano Veganzones y Gerardo Dueñas, no asistirán a los Goya.

Es previsible que algunos de los participantes en la gala aprovechen la presencia en el evento del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, del vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, o de la teniente de alcalde, Irene Carvajal, para cargar en sus discursos contra las políticas del Ejecutivo autonómico y el municipal que, a juicio de la izquierda, están suponiendo un "retroceso" para los derechos de las mujeres, los migrantes y las personas LGTBI, entre otros colectivos. Pero la tensión política de la jornada de este sábado no quedará ahí.

Una tractorada para intentar boicotear los Goya

Las protestas de los agricultores que se han extendido durante las últimas semanas a lo largo y ancho de España para reivindicar una mejora de sus condiciones ante la subida de los precios, que se aligere la burocracia europea y que se flexibilice y simplifique la Política Agraria Común (PAC), entre otros aspectos, llegarán a Valladolid con ocasión de la gala de los Goya con la clara intención de boicotear el evento. Se trata de unas protestas que, aunque no han sido convocadas por ninguna formación política, han sido alentadas por Vox, cuya línea política casa con el discurso de oponerse a las "políticas climáticas" y las "élites de Bruselas" y que van frontalmente en contra del Gobierno del PSOE, de las políticas de izquierdas y del Partido Popular, al que acusan de ser también "cómplice de la Agenda 2030".

En las redes sociales ha corrido como la pólvora una convocatoria de los agricultores que muestra la clara intención de conseguir que la gala sea "recordada por mucho tiempo". "Los agricultores que se han estado manifestando estos últimos días, en agradecimiento a todos los que nos han apoyado tanto en Valladolid como en todos los sitios donde se han producido retenciones, estaremos este sábado durante todo el día en las inmediaciones de la Feria de Muestras invitando con nuestros productos a todo el que quiera acompañarnos", han señalado en la convocatoria.

"El martes hubo retenciones en Valladolid y mucha gente llegó tarde a su trabajo, el sábado colapsará Valladolid y los que no llegaréis sois vosotros a vuestra fiesta", han amenazado, asegurando que la gala de los Goya de este año "será recordada por mucho tiempo". "Si todos nos unimos... Que tiemblen... Ya está bien de ahogarnos!!!", han advertido. Una protesta contra el Gobierno y contra las políticas de la Unión Europea, apoyada por Vox, que coincidirá con la manifestación en contra de los de Santiago Abascal convocada por los sindicatos y apoyada por toda la izquierda y con las previsibles reivindicaciones de la gala. La batalla cultural entre derecha e izquierda se dirime en Valladolid en un cóctel explosivo que podría estallar en cualquier momento.