Los puentes romanos más espectaculares que se conservan en Castilla y León
Están repartidos por la Comunidad y cada día pasan por ellos centenares de turistas para contemplar su belleza e historia
27 enero, 2024 07:00Castilla y León es una región con abundante patrimonio. Una Comunidad que puede presumir de tener historia en todos sus rincones y lugares inigualables. Son muchos los que cada día pasean por sus calles y, quizá, desconozcan alguna de las anécdotas que aún perduran en ellas.
A muchas personas les encanta conocer los lugares que visitan en profundidad. Cierto es que el legado del Imperio romano en Castilla y León sigue muy presente. Y así se puede comprobar observando los distintos puentes que aún siguen en pie y que cada día acogen a cientos de turistas.
Concretamente, en la Comunidad estos son los puentes romanos que aún perduran y que, sin duda, son algunos de los más espectaculares que existen:
El puente de los Cobos
El puente de los Cobos en Solosancho, en la provincia de Ávila, es de origen romano. Actualmente se encuentra casi sepultado por la arena del río Adaja y posee tres arcos de medio punto de excelente factura, apoyados en dos pilares con tajamares.
Los arcos puede que hayan sido reconstruidos en la época medieval, aunque el material es granito. Tiene una peculiaridad y es que en 1970 se construyó un nuevo puente, siendo estrecho e insuficiente el antiguo. Este nuevo ahoga y encubre el antiguo aguas abajo. Este puente servía a la calzada romana que desde Ávila y atravesando el Valle de Amblés llegaba al Puerto de Menga.
Puente Duero
Un puente de origen romano que aún guarda su estructura y por el que cada día pasan cientos de vallisoletanos. A lo largo de los años ha tenido múltiples reparaciones, pero nunca ha perdido su esencia. Cuenta con una longitud de unos 100 metros y una anchura de unos 3 metros. Lo justo para que pueda pasar un coche y un camión, pero es cierto que solo puede pasar uno por turno, dado que es inviable que se crucen varios vehículos. Hasta hace unos años cruzaban también los tanques del ejército.
Un lugar emblemático por el que circulaba la Cañada Real, antes Cañada de Puente Duero. Una estructura hecha de piedra caliza con un tramo largo de muro a ambos lados del río. Hundidos en el agua se encuentran dos recios pilares, con sus tajamares, sobre los que montan cuatro balconcillos. La piedra muestra distintas tonalidades a causa de las reparaciones que ha sufrido con el paso de los años y es que, lamentablemente, poco queda de su esplendor romano.
La parte más reciente está construida en el último tercio del siglo XIX, la del arco de medio punto, como consecuencia de la voladura que llevó a cabo el Duque de Wellington y la riada de 1860 que taponó ese ojo.
Puente de San Lorenzo
El puente de San Lorenzo es de origen romano y se encuentra ubicado en el límite de las provincias de Zamora y Salamanca. Está compuesto por cinco aros de medio punto idénticos, con tajamares redondeados en sus pilares en sillares de granito.
Este puente une la carretera ZA-316, de la provincia de Zamora, desde el trayecto de Fermoselle y la carretera SA-316. Se encuentra muy cerca de la desembocadura del río Tormes en el río Duero y de la frontera de España con Portugal.
Fue terminado en 1871, según la inscripción que se conserva en el pretil, y se trata de un modelo académico de la época en la que se crearon diversas carreteras y puertos para mejorar las comunicaciones.
Puente de Ávila
La ciudad romana de Ávila ha precisado de un puente para cruzar el río Adaja. Un espacio que se ubica cerca del recinto amurallado, en la zona sur de la ciudad. Este es capaz de comunicar la puerta ‘decumana’ de occidente con la ribera contraria del río.
Cierto es que del primitivo puente tan solo quedan los estribos ocultos en los bordes. El puente que se ve es del siglo XXI, momento de esplendor de la ciudad. En la actualidad tienen tres arcos apoyados en pilas con sillares reutilizados de la necrópolis romana. Un puente que aún supone una obra arquitectónica rica para esta ciudad y quien la visita. Una de las curiosidades es que los arcos arrancan de diversa altura con el fin de que las cervices de todos mantengan una altura idéntica.
En todos los arcos se puede ver la rotura precedente a la reconstrucción de los pobladores medievales. Los complementos son todos de piedra arenisca como los edificios románicos. Sin duda, uno de los lugares que merece la pena visitar y es que, cabe destacar, que el 6 de julio de 2023 fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.
Puente de Salamanca
El Puente Mayor del Tormes, más conocido como Puente Romano de Salamanca, cruza el río que le da nombre. El puente se presenta en el siglo XXI como fruto de varias restauraciones y es que hasta comienzos del siglo XX no pierde la condición de paso único de la ciudad.
En la actualidad es una construcción con dos partes distintas separadas por un castillete central: la parte vieja, que se extiende a lo largo de la parte cercana a la ciudad, y la parte nueva. Cuenta con 26 arcos, pero tan solo 15 pertenecen a la época romana. La piedra que se empleó en su construcción es de procedencia desconocida, mientras que la empleada en la zona romana es originaria de las canteras de granito de Los Santos (Béjar), la piedra en la parte hispana y más moderna del puente procede de la zona de Ledesma.
Lo cierto es que este lugar tan significativo ha estado a punto de demolerse en numerosas ocasiones, pero siempre ha logrado sobrevivir. Además, fue declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931 y Bien de Interés Cultural desde el año 1998. La historia del puente está unida a la ciudad y forma parte de sus monumentos más destacados. En la antigüedad había una leyenda popular que decía que había sido construido primero por Hércules y luego por el emperador Marco Ulpio Trajano. Lo cierto es que se hizo por la necesidad de que los viajeros que recorren la vía de la Plata -que une Mérida y Astorga- pudieran cruzar el Tormes.
Puente de Simancas
El puente de Simancas es uno de los más visitados por los turistas cada año. Es de origen romano-medieval y se construyó en el siglo XIII para flanquear el Pisuerga. Está construido en sillería con 17 arcos con tajamares y contrapilares. Además, ocupa un lugar de gran importancia para las comunicaciones terrestres desde la antigüedad dado que está en el antiguo trazado de la calzada romana entre Augusta Emérita y Caesaraugusta.
En la actualidad forma parte del trazado del Camino de Santiago de Madrid. En el vado que forma el Pisuerga en sus inmediaciones tuvo lugar la batalla de Simancas en el año 939. No cabe duda de que su belleza es inigualable, lo que hace que cada día miles de turistas se queden observando cada uno de sus detalles desde distintos puntos de la localidad vallisoletana.
Puente de Becilla de Valderaduey
Sus restos se encuentran en el municipio de Becilla de Valderaduey, en la provincia de Valladolid. Es una construcción de piedra con tres ojos de medio punto, mayor el central y por el que cruza la calzada de origen romano que, posteriormente, discurre a orillas del río Valderaduey. Fue declarado Bien de Interés Cultural el 31 de agosto de 1995.
Lo cierto es que existe poca bibliografía de este puente, pero tradicionalmente se ha considerado que el conjunto del puente y la calzada son de origen romano. El puente actual es alomado, con una longitud de 30 m y una anchura de 3,6 m. La vía conserva dos tramos a ambos lados del puente de 170 y 156 metros respectivamente y una anchura de 4 metros con pretiles en los extremos. Está construida elevada con respecto al río, para evitar que las posibles crecidas lo inundaran.
Puentecillas
Es uno de los elementos urbanos con mayor personalidad de la ciudad palentina. Un factor clave del desarrollo urbanístico de la zona. Se encuentra en un entorno monumental de gran interés y ha sido declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento desde 2008.
Su trazado responde a las exigencias de comunicación de la ciudad. Ha sido objeto de muchas transformaciones desde el siglo XI. En la actualidad se ha terminado convirtiendo en un monumento público de ocio y disfrute dado que hace celebran en él fiestas o mercados medievales a la brisa del río Carrión.