Hace poco menos de un mes, titulaba mi columna 'Quo vadis, Vox', para comentar el despropósito que en mi opinión suponía la dimisión de Espinosa de los Monteros de sus cargos en el partido, como paso previo, al menos eso pienso yo, a su salida del partido. Pues lamentablemente, las cosas avanzan a una inusitada velocidad y tengo que repetir la pregunta a Presimiente Sánchez. Y tengo que hacerlo con una profunda preocupación, pues Pedro I el Mentiroso marcha sin disimulo hacia un auténtico golpe de estado desde el propio gobierno.
Y es que la visita de la Vicepresidente Yolanda Díaz al prófugo golpista Puigdemont, por mucho que intenten disimularlo desde Moncloa, con conocimiento y por encargo de SuperSanchez es algo absolutamente rechazable en un mundo democrático, pues supone situar al mismo nivel al gobierno democrático de España, aunque lo sea en funciones, y al fugitivo golpista que huyó cobardemente de España escondido en el maletero de un coche para eludir comparecer ante la justicia española. Y créanme que el asunto es para preocupar.
Consciente de la situación política española, el prófugo se hace fuerte día a día y sus exigencias para respaldar al inquilino de la Moncloa, no es que sean incompatibles con la Constitución, por mucho que Conde Pumpido y sus acólitos se empeñen, que se empeñaran en respaldar a Su Sanchidad, y como el personaje no tiene líneas rojas, podemos temernos lo peor.
Y es que ni la amnistía ni el referéndum de autodeterminación que exige el prófugo tienen cabida en la Constitución Española, y si es cierto que la amnistía no está prohibida expresamente en la Constitución, tampoco lo está esclavitud, y nadie sensato, ni siquiera Sánchez se atrevería a plantearlo. Y desde luego, la integridad territorial de la nación española sí está expresamente recogida en el texto constitucional.
Y todo ello ha producido un profundo revuelo en la clase política española, y no sólo en los partidos de la oposición: Núñez Feijóo y Abascal ya se han manifestado claramente en contra de cualquier concesión a los golpistas catalanes, sino que los líderes del partido desde la transición hasta la sustitución del histórico partido socialista por las huestes sanchistas se han pronunciado de forma rotunda en contra de cualquier concesión en este sentido, y así lo han hecho expresamente Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo, Francisco Vázquez, Joaquín Leguina… y un sin fin de líderes históricos del socialismo español, entre los que hay que incluir al Presidente de Castilla la Mancha, Emiliano García Page, que por cierto, se atreve a criticar públicamente estas maniobras del gobierno y alude al mando a distancia que desde Bruselas controla al Gobierno Español, mando que puede cortocircuitar con solo ordenar a sus diputados que se abstengan en el Congreso de los Diputados si llega a celebrarse el debate de investidura de Pedro I el Mentiroso.
Esto explica por qué las conversaciones con el prófugo catalán las ha estado manteniendo la vicepresidente comunista y no Gracita Bolaños o cualquiera del entorno del Presimiente, y de esta forma, intentar desmarcarse de estos contactos, y si fuera cierto que desconocían la visita y las concesiones que puede haber hecho la viajera el Presidente del Gobierno tiene el deber de cesarla de forma inmediata.
Por cierto, sería bueno que se nos explique el medio elegido por la señora Díaz y sus cinco acompañantes para su viaje a Bruselas, pues sí como dicen unos y otros está claro que no habrán utilizado un avión de la Fuerza Aérea Española y habrán viajado en un vuelo de línea comercial y por supuesto con cargo a las cuentas de Sumar y no del erario público. Claro que como no dicen la verdad ni al médico,..
En fin, no me haré mala sangre que es la Patrona de mi pueblo y del Presimiente tendremos motivos para hablar una buena temporada.
Hasta el viernes que viene.